Este concepto se refiere a la práctica de envío de información mediante un correo directo. Se trata de un medio más personal que permite la comunicación directa entre las empresas y los clientes.
Dentro de este concepto hay que aprender a diferenciar el envío de publicidad e información spam de lo que son las prácticas correctas de email, en donde envías la información que los clientes necesitan o que será de utilidad próximamente.
Para realizar campañas de mailing es necesario contar con la autorización de los remitentes para que sus datos puedan ser utilizados. Si se hace lo contrario, la campaña podría convertirse en spam y los usuarios marcarán tu correo como no deseado, lo cual no solo afectará los resultados de la campaña, sino también la reputación de tu marca.