Una de las claves dentro del mundo de las ventas y de los negocios es el marketing, pero definirlo es un tanto complicado, ya que conlleva tantas cosas que es difícil sintetizarlo en un par de líneas.
Por ello, a través de este artículo te explicaré detalladamente qué es el marketing, cómo funciona y te hablaré sobre algunas técnicas efectivas para llevarlo a cabo.
La palabra marketing se deriva del latín mercare, que hacía referencia al acto de comercializar en la Roma Antigua, acto mejor conocido en ese tiempo como trueque. Más tarde, se convirtió en un símbolo para incrementar los esfuerzos y hacer crecer las ventas.
Remontándonos algunas décadas atrás, encontraremos el origen del marketing moderno, que surgió aproximadamente en el año 1950, como respuesta a las invenciones tecnológicas tales como la televisión y, más tarde, el internet.
A partir de los nuevos medios de comunicación, las necesidades de las empresas para dar a conocer sus productos fueron sufriendo cambios, por lo que los mercadólogos comenzaron a realizar campañas a través de estas plataformas.
Estas campañas forman parte de, pero no lo son todo. El marketing va más allá.
El marketing son todas aquellas estrategias que permiten y ayudan a que una empresa, persona o marca logre sus objetivos dentro del mercado.
Conlleva un proceso largo de planeación antes de la ejecución, ya que primero se deben establecer los objetivos, fijar los precios, promover y distribuir los productos o servicios y determinar los beneficios que se obtendrán, pero siempre con el cliente como el centro de todo este proceso (al menos actualmente).
Es decir, primero tenemos que conocer a nuestro cliente ideal para que, con base en él y en sus necesidades, determinemos lo que haremos para responder a ellas de manera eficiente.
El marketing y las ventas deben ir siempre de la mano, ya que sin marketing no podríamos tener ventas y sin ventas es imposible conocer en qué está fallando nuestro producto o qué problemas les ocasiona a los clientes (servicio insatisfactorio, precio inasequible, falta de inventario, entre muchos otros).
A estos inconvenientes se les conoce como pain points (puntos de dolor) y representan en realidad una oportunidad para escuchar las necesidades de los consumidores e implementar cambios para ofrecerles aquello que buscan. Este es el verdadero objetivo del marketing.
Pero…
El marketing está conformado por cuatro componentes principales que no debe perder de vista cualquier persona que esté comenzando en el mundo de los negocios y las ventas.
Al conjunto de estos elementos se le conoce como las 4 P del marketing, mismas que han ido evolucionando, por lo que actualmente existen, además de estas, 4 C y 4 E del marketing.
Yo no trataré con tanta profundidad este tema, ya que daría para un artículo aparte. Solo te explicaré a grandes rasgos en qué consiste cada uno de los elementos que las conforman.
Los cuatro componentes del marketing son: producto, precio, punto de venta y promoción. Estos fueron propuestos por E. Jerome McCarthy, un profesor de contabilidad de Estados Unidos.
Básicamente, a través de estos cuatro puntos se puede explicar brevemente cómo funciona todo el proceso de marketing.
Es el elemento más importante de cualquier campaña de marketing, por lo que todo lo demás gira alrededor de este.
El producto abarca todo aquello que es lanzado al mercado para su adquisición, cuyo fin es satisfacer una necesidad o un deseo del consumidor. Este no necesariamente tiene que ser un objeto físico.
Para lograr que nuestra campaña de marketing tenga éxito, es primordial tener las respuestas concretas a las siguientes preguntas:
Fijar un precio para un producto es una de las tareas más complicadas en el marketing, pues no se puede negar que es el elemento al que prácticamente todos los consumidores le dan más importancia y en el que basan, la mayoría de veces, su decisión de compra.
Para poder fijar el precio que tendrá nuestro producto, debemos conocer cuánto estarían dispuestos a pagar los consumidores, ver los precios ofertados por la competencia y calcular los beneficios netos que nos dejará cada precio para saber si funcionará o no y si será redituable.
Hace referencia al lugar en donde se comercializará tu producto y a los canales a través de los cuales se distribuirá, es decir, el proceso por medio del cual el producto o servicio llegará a manos del cliente.
En este punto es importante tener en cuenta: el transporte, el almacenamiento, los tiempos de operación, los costos de envío y elegir los canales que son más adecuados o convenientes para tu producto (tiendas físicas, tiendas en línea, distribuidores, etcétera).
Son todos los canales y medios de los que nos valdremos para dar a conocer nuestro producto.
Actualmente hay muchas opciones, por lo que tendremos que enfocarnos en aquellas que resulten más efectivas para nuestro negocio y más asequibles de acuerdo con nuestras posibilidades.
Para ello, debemos estudiar algunas características de nuestro público meta, como edad, sexo, población, necesidades y hábitos. Sólo así podremos elegir el medio que mejor se adapte a este.
Además de estas 4 P del marketing, hay quienes han decidido ir más allá y añadir 4 P, dando como resultados las 8 P del marketing. A continuación, te diremos sobre qué versan las 4 P adicionadas por Philip Kotler.
A diferencia de los puntos anteriores, aquí comienza a tener presencia la persona y se convierte en el centro de todo el proceso de marketing, pues sin ella realmente estaba incompleto.
Teniendo en cuenta a las personas, se vuelve más sencillo saber dónde dar a conocer tu marca o cómo llegar a tu público meta, pero además de esto, que es importante, se debe estar abierto a escuchar sus necesidades y resolver sus dudas para crear empatía e ir ganando terreno.
Son todos los flujos de trabajo, metodologías y procedimientos que deben ser empleados por la empresa para brindarle la mejor experiencia a los clientes durante todo su ciclo de compra y no sólo ofrecerles los mejores productos o servicios.
Los problemas o inconvenientes que puedan tener los clientes durante todo el camino de su compra son determinantes a la hora de concretar ventas y retener consumidores, por lo que se les debe brindar la mejor experiencia desde el inicio y hasta el final.
Este elemento también es conocido como “evidencia física o palpabilidad” y tiene que ver con cómo es el ambiente en el que se presta el servicio o se vende el producto, es decir, el lugar en el que los clientes interactúan con la empresa.
Está íntimamente relacionado con la P de Punto de venta, pero va más allá porque ayuda a identificar en qué segmento eres bueno, dónde tu producto tiene mayor cabida y cuál es la mejor estrategia de acuerdo con este para lograr que tu marca tenga una mejor presencia en el mercado.
Se trata de medir el éxito que tu empresa ha tenido en el mercado a través de diferentes indicadores que deben ser analizados cada cierto tiempo (diariamente, mensualmente, trimestralmente, etcétera).
Este punto es muy importante porque sólo de esta forma sabremos si estamos logrando los objetivos planteados desde un inicio y, en caso de que no sea así, implementar cambios en nuestra estrategia para cambiar el rumbo y mejorar los resultados.
Adicional a estas , como consecuencia de la evolución del marketing, surgieron las 4 E del marketing.
El Producto le dio paso a la Experiencia; el Precio se convirtió en Exchange (intercambio); el Punto de venta se vuelve cualquier lugar, que en inglés sería Everyplace; y, finalmente, la Promoción cedió su lugar al Engagement.
Ahora el cliente no únicamente desea satisfacer una necesidad o deseo, sino que busca vivir una experiencia única y diferente con tu marca, tanto antes de comprar algún producto como después.
Actualmente, hay tantos productos disponibles que resulta imposible que existan algunos que sean únicos, por lo que el artículo ha dejado de ser lo primordial.
Se modificó el precio por Exchange porque muchas veces puede no darse como tal una venta, sino más bien se logra que el consumidor “pague” brindando sus datos o dedicando tiempo a la marca para conocerlo.
Antes el precio era calculado sólo con base en el uso de materias primas, los gastos de producción y la comercialización, pero aquí se le agrega un valor determinado por el factor emocional, es decir, lo que provoca este en el consumidor.
Las ventas claramente ya no tienen lugar solamente en establecimientos físicos. Ahora se privilegian medios como páginas de internet, aplicaciones móviles, correos electrónicos, etcétera, ya que nos ayudan a obtener los productos que deseamos desde la comodidad de nuestro hogar.
Las tiendas físicas siguen teniendo importancia, por supuesto, pero la evolución tecnológica vino a modificar muchos procesos.
Incluso, internet se convirtió en nuestra primera opción para saber en dónde adquirir determinados productos o decidirnos o no a comprar algo basados en lo que encontramos en la web.
Con la transición del outbound marketing al inbound marketing, la publicidad dejó de ser únicamente a través de medios de comunicación.
Ahora se busca “educar” al público meta para lograr que consuma nuestros productos para, más tarde, hacer que se conviertan en fieles seguidores de nuestra marca.
Lo anterior resulta muy útil porque, si se logra cumplir con las expectativas, dichos clientes se volverán promotores de nuestra empresa y les hablarán a otras personas de nosotros, incitándolos a conocernos y a convertirse también en clientes. Este marketing es también conocido como de boca a boca.
Todas las modificaciones que se han dado desde las 4 P del marketing surgieron como respuesta a un cambio en las necesidades del mercado y los clientes, por lo que es muy probable que con el paso del tiempo estos conceptos y elementos vuelvan a modificarse para adaptarse a las nuevas demandas de los consumidores.
Una confusión recurrente es la diferencia que hay entre la publicidad y el marketing, ya que muchas veces se tiende a entender ambas como una misma cosa y no es así.
La publicidad es la técnica que se utiliza para informar, difundir y comunicar de forma persuasiva sobre un producto o servicio para que las personas los conozcan y provocar que quieran comprarlo o consumirlo. Es decir, es el modo más rápido y sencillo de llegar al público meta.
La diferencia más clara entre esta y el marketing es que la publicidad forma parte de la tercera P (promoción).
Por lo tanto, aunque el marketing y la publicidad vayan de la mano, no son lo mismo, ya que la publicidad es únicamente una parte del marketing.
El punto de partida del marketing reside en las necesidades de los usuarios. Una necesidad es entendida como una carencia genérica, sea física (alimento, ropa, seguridad), social (aceptación o pertenencia a un grupo) o individual (autorrealización).
A partir de estas necesidades, las personas desarrollan deseos, mismos que las empresas tendrán que entender para crear productos que los satisfagan de la mejor manera posible.
Para que el marketing realmente dé resultados, es primordial saber desde un inicio qué queremos conseguir a través de él.
Esta idea debe estar bien sustentada, es decir, no se trata de emprender algo porque alguien más lo hizo, sino de tener bien claro lo que buscamos para trazar el camino para lograrlo.
Los objetivos del marketing pueden ser muchos, pero algunos de los más importantes son los siguientes:
Cuando ponemos en marcha la creación de una nueva marca, debemos implementar acciones dentro de nuestra estrategia para darnos a conocer, para que nuestra visibilidad incremente y para que el público meta sepa que somos una de las opciones/soluciones dentro del mercado y que nos tenga en cuenta.
Esta acción representa todo un reto para el departamento de marketing, ya que se debe encontrar la forma de causar impacto en la audiencia para que desee conocer y consumir el producto o servicio.
Hacer crecer la parte del mercado que consume tus productos es muy importante para cualquier empresa, por lo que es indispensable el marketing para segmentar el mercado, localizar geográficamente a los clientes potenciales y mejorar la reputación de la marca.
Ten en cuenta que no siempre el objetivo será ser el mejor; a veces se buscará tener una buena posición y ser un referente dentro de nuestro sector.
No tiene ningún sentido generar un impacto importante en la audiencia si esta no nos genera conversiones, por ello el marketing es fundamental para optimizar cada parte del embudo y evitar que los clientes potenciales nos abandonen.
Este es el objetivo más conocido del marketing y el que representa una prioridad dentro de cualquier empresa, ya que sólo a través de las ventas se adquiere rentabilidad y, por tanto, se mantiene a flote a una compañía.
Estos son sólo de los objetivos más importantes o perseguidos por las empresas, pero en realidad el marketing tiene muchos más, mismos que dependerán de tus necesidades y de lo que quieras lograr en tu público meta.
Si bien al principio el marketing se limitaba a disuadir a las personas, poco a poco esto fue cambiando gracias a distintos estudiosos que idearon métodos mucho más eficientes a partir de los años 40.
Uno de ellos fue Walter Scott, quien desarrolló una investigación sobre el uso de la psicología en la publicidad, demostrando que incentivar el comportamiento humano ayudaba a guiar a los consumidores, lo que resultaba de gran utilidad para las compañías.
A partir de este estudio, las líneas de pensamiento del marketing tradicional cambiaron y dejaron un poco de lado el objetivo de vender y lucrar, para centrarse en conocer al público y crear campañas que ayudaran a relacionarse con él.
A continuación, te explicaré algunos de los cambios más relevantes que se dieron en cuanto al marketing.
Como pudiste ver algunas líneas atrás, anteriormente se apostaba por un marketing únicamente centrado en los productos, pero con la llegada de todo lo digital y los medios de comunicación, este enfoque sufrió una transformación casi total.
A través de esta breve línea del tiempo creada por HubSpot, podrás entender con mayor claridad cómo es que se fue dando este proceso de cambio.
1450 - Invención de la imprenta gracias a Gutenberg. Se da una revolución en cuanto al mundo de los libros y de las copias masivas
1730 - Surgimiento de la revista como medio de comunicación
1741 - Publicación de la primera revista estadounidense en Filadelfia
1839 - Los posters se vuelven tan populares que se prohíbe su colocación en las propiedades de Londres
1922 - Surge la publicidad en la radio
1933 - En Estados Unidos la radio adquiere relevancia y más del 53% de la población tiene una
1941- Surge la publicidad en televisión. El primer anuncio, que fue uno de los relojes Bulova, llegó más de 4.000 hogares que contaban con este aparato
1946 - Más del 50% de los hogares en Estados Unidos tenía teléfono
1954 - Por primera vez, los ingresos obtenidos de la publicidad en la televisión superan a los que se habían alcanzado a través de los anuncios en radio y revistas
1972 - Los medios impresos se ven afectados por primera vez por el agotamiento de las fórmulas del outbound marketing
1973 - Se realiza la primera llamada a través de un teléfono celular
1981 - IBM pone a la venta su primer ordenador personal
1984 - La compañía Apple presenta el nuevo Macintosh
1990-1994 - Hay avances significativos en la tecnología 2G, mismos que servirían como base para, más tarde, explotar la televisión móvil
1994 - Se da el primer caso de spam comercial por medio de correo electrónico
1995 - Nacen los buscadores Yahoo! y Altavista
1995-1997 - Surge el concepto de Search Engine Optimization (SEO)
1998 - Google y MSN lanzan nuevos motores de búsqueda y surge el concepto de blogging. Para mediados de 2006 existen ya más de 50 millones de blogs en todo el mundo
2003-2012 - Surge y toma fuerza el inbound marketing
2003-2004 - Ven la luz tres redes sociales: MySpace, Facebook y LinkedIn.
2006 - Surge Twitter
2009 - Son lanzadas las búsquedas en tiempo real
2010 - El 90% de los hogares en Estados Unidos cuenta con teléfono móvil y el email marketing gana fuerza, siendo utilizado más de una forma personal y no como spam
2012 - Hay más de 54 millones de usuarios activos a través de tabletas y los jóvenes de entre 13 y 24 años dedican más tiempo al internet que a la televisión
Desde su nacimiento hasta ahora, como pudiste ver en la línea de tiempo, el marketing ha sufrido diversos cambios para adaptarse a las diferentes tecnologías y a los consumidores.
A pesar de eso, el fin sigue siendo prácticamente el mismo: lograr que los usuarios interactúen con tu marca y se conviertan en clientes.
A continuación, te explicaremos cuáles han sido las modificaciones que ha sufrido el concepto de marketing con el paso de las décadas.
Durante estas décadas la intensidad competitiva era muy baja, es decir, la oferta era escasa y había pocas marcas en el mercado.
Surgió el concepto de producción, cuyo enfoque era la generación de ingresos por medio de la producción en serie y la distribución masiva.
Se introdujo el concepto de producto, cuyo propósito principal era incrementar los ingresos a través de la incorporación de características adicionales que ayudaran a que este fuera más atractivo y se volviera más competitivo.
En América del norte comienzan a incrementar las marcas que había en el mercado, por lo que la competitividad se elevó, complicando la tarea de generar ingresos por el simple hecho de añadir características llamativas a los productos o mejorar la distribución.
Por todo lo anterior y como respuesta, apareció el concepto de venta que sirvió para impulsar los ingresos de las compañías. Dicho concepto se basó en el stock de producto, ya que a partir de este último se inicia la campaña de venta.
A mediados de esta década, nace el concepto ya de marketing que, a diferencia del de venta, se enfoca y parte de las necesidades del mercado y ya no del stock de productos disponibles.
Debido a que los niveles de competitividad no paran de incrementar, se vuelve imperativo cambiar el enfoque utilizado por años y dirigirlo hacia la satisfacción de los consumidores con el fin de obtener mayores beneficios.
Siguiendo con la tendencia ascendente en cuanto a la competitividad, surge el marketing impulsor del mercado, que está orientado a enseñar al mercado cómo satisfacer sus necesidades a través de ideas innovadoras.
En esta década se volvió mucho más complejo el marcar una diferencia con respecto de los competidores, debido a la excesiva proliferación de marcas y productos.
Surgen dos conceptos importantes: el de marketing relacional, que busca principalmente rentabilizar las relaciones entre las compañías y los clientes; y el de clienting, cuyo fin es generar comportamientos y actitudes leales hacia las marcas y potenciarlos.
Llegan el CRM (customer relationship management) y las tiendas en línea, lo que significó un importante avance en cuanto a la gestión de relaciones con los clientes e impulsó el marketing.
En esta década la personalización de marca pasó a ser obligatoria y el marketing se comenzó a centrar en acciones y causas sociales (marketing social).
Gracias a Seth Godin, surge el concepto de marketing de permiso, como respuesta a la baja efectividad de la publicidad masiva e interruptora.
El marketing de permiso, como su nombre lo dice, apuesta por solicitar permiso de los clientes potenciales antes de enviar cualquier tipo de publicidad.
Con el paso de los años este concepto y técnica ha ido ganando terreno y adquiriendo relevancia, debido a que ha tenido una buena respuesta por parte de los usuarios.
Durante esta década se dio un cambio importante en cuanto al marketing, ya que comenzó a tomar forma y a ganar relevancia toda la cuestión digital.
Aquí tuvieron mayor presencia el marketing de búsquedas (SEO/SEM), el inbound marketing, el marketing de relaciones y el marketing de contenidos.
Se deja un poco de lado el marketing intrusivo privilegiando las relaciones más humanas con los clientes.
Teniendo todo el panorama anterior en mente, se puede concluir que todos estos cambios y transiciones se resumen a través de las dos principales clasificaciones de marketing, que son las siguientes:
Su fin es atraer al consumidor de forma incisiva, lo que lo convierte en una buena herramienta, pero si no se emplea de manera adecuada, puede terminar cansando al mismo.
Este tipo de marketing utiliza telemarketing, emails de spam, correo directo, publicaciones en revistas, pop ups en páginas web, entre otras estrategias, con el fin de dar a conocer una marca o productos. Es decir, la relación se da a través de medios fríos.
Su metodología se basa en la marca y el producto, en dar a conocer sus características, a través de medios que resultan interruptivos y que pueden resultar molestos para el público.
Asimismo, la comunicación únicamente se da en una dirección: se brinda información, pero no se emplean canales para establecer un intercambio entre ambas partes (empresa y consumidores).
Si bien el fin es el mismo, el método es totalmente diferente pues, en lugar de simplemente anunciar los productos, se estudia al mercado para ofrecer las ofertas sólo a los usuarios que se sabe que tienen interés.
¿Cómo es posible saber quién está interesado? Por medio de relaciones y conversaciones que se tienen con ellos previamente.
Por ejemplo, si ofreces un PDF sobre determinado tema, a partir de las descargas, podrás saber quiénes estuvieron interesados y podrías ofrecerles algún curso relacionado, pues habiendo hecho la descarga anterior, es más probable que este curso les interese.
El inbound marketing tiene como centro al usuario y a los clientes potenciales y busca, a través de varios medios, ganar su confianza e interés por medio de contenido que resulta relevante para ellos y al que acceden de forma libre, sin valerse de algún medio intrusivo.
La comunicación se da de manera bidireccional, lo que permite establecer contacto con el público meta para conocer directamente sus necesidades y sus opiniones y tomarlas en cuenta.
El inbound marketing ganó mayor fuerza gracias a Brian Halligan y Dhramesh Shah, quienes crearon el concepto y fundaron HubSpot.
Ahora que conoces los dos campos principales del marketing, es momento de que conozcas los tipos de marketing más importantes.
Esta lista únicamente incluirá los tipos de marketing más conocidos y utilizados, ya que hay muchos más y mencionarlos todos daría para escribir otro artículo de gran extensión.
Algunos de ellos son:
Emplea la información del público meta como nombre, teléfono, intereses y demás datos relevantes para diseñar mensajes directos y enviárselos a ese consumidor. Los canales más utilizados son: llamadas, correos electrónicos y mensajes.
El público es más amplio y se busca dar a conocer nuestro producto o marca de manera menos perceptible, con la finalidad de que las personas recuerden el producto sin saberlo y sin esforzarse.
Este tipo de marketing dota de valor a las personas, por lo que estas se convierten en el centro y no el producto o servicio como tal.
Los medios a través de los cuales se hace marketing indirecto son generalmente las película, series o conferencias.
Seguramente, muchos de nosotros hemos visto algún artículo u objeto que nos ha llamado la atención cuando estamos mirando una serie y, más tarde, lo hemos buscado o incluso comprado. Así es como funciona este tipo de marketing.
Se caracteriza por requerir de una baja inversión y generar un gran impacto.
Aquí se emplean técnicas no convencionales para llevar a cabo las tareas de marketing y resulta atractivo porque el contenido viral se comparte por sí solo, ya que los mismos consumidores son quienes efectúan el trabajo de la campaña de marketing por medio de sus likes, publicaciones compartidas, visualización, etcétera.
A través del marketing relacional se busca establecer relaciones duraderas con el cliente, no sólo porque es mucho más fácil venderle a alguien que consumió determinado artículo con anterioridad, sino porque se obtiene feedback para crear mejores productos.
Este tipo de marketing se enfoca, más que en vender un producto, en difundir ideas que beneficien a la sociedad y crear consciencia sobre algún tema en específico. Uno de los objetivos es generar una imagen positiva de la marca en la sociedad a través de estas ideas.
El marketing digital, conocido también como mercadotecnia digital, apuesta por aplicar todas las herramientas del marketing tradicional, pero evidentemente, sólo en el entorno digital.
También es conocido como content marketing y su objetivo principal es crear, publicar y compartir contenido de interés para los buyer personas.
Gracias a lo anterior, permite trabajar todo el ciclo de compra del consumidor, esto es, el proceso por el que pasa una persona desde el momento en el que se percata de una necesidad e investiga al respecto, hasta cuando se decide a comprar un producto o servicio para satisfacerla.
Se centra en emplear las distintas herramientas del marketing para brindarle un mayor valor a la imagen personal. Este tipo de marketing tomó fuerza gracias a la red LinkedIn, que se encarga de conectar a millones de profesionistas en todo el mundo.
Hace referencia al conjunto de técnicas que sirven para identificar las necesidades de las personas para construir un programa ideológico que les dé una solución y así lograr influir en sus actitudes y sus conductas modificándolas.
Su fin es conectar a los productos con las personas, es decir, encontrar a los consumidores ideales para un determinado producto e idear una forma de venta que despierte el interés del público meta.
Es muy útil cuando se quiere lanzar un producto al mercado, ya que permite testear la recepción dentro de un pequeño grupo de consumidores para calcular, a grandes rasgos, si tendrá éxito o no una vez liberado, o cuando se desea introducir el artículo en un nuevo mercado.
Algunas de las funciones del marketing de producto son: desarrollar el posicionamiento del producto; determinar el valor de la propuesta frente a la competencia; y alinear los equipos de ventas y marketing
Esta estrategia de marketing va dirigida hacia acciones internas de una empresa, es decir, su objetivo es promover y mejorar la relación y el bienestar de los colaboradores dentro de una organización con el fin de lograr una mayor motivación y un mejor desempeño.
El marketing puede ser concebido como una filosofía o como una técnica, dependiendo de la forma en que se quiera ejecutar.
A continuación, te explicaré cómo es entendido el marketing como filosofía y qué tipos de filosofías hay.
Supone una posición mental, una actitud, una forma de percibir y entender la relación de intercambio que existe entre una compañía y el mercado. Esta concepción surgió como respuesta ante los deseos y necesidades del consumidor; su objetivo es satisfacerlos.
El marketing desde esta concepción se divide de la siguiente forma, de acuerdo con su orientación:
Se basa en que los consumidores prefieren los productos de fácil acceso tanto físico como monetario.
Por lo anterior, quienes se inclinan por esta filosofía buscan tener una alta eficiencia de producción, es decir, el fin es ampliar la distribución y bajar los costos operativos.
El marketing orientado a la producción se entiende como un marketing pasivo, pues la idea que subyace es que los productos se venden por sí mismos, por lo que el protagonismo se lo lleva el departamento de producción.
Generalmente, esta filosofía de marketing es adoptada por compañías que se dedican a la tecnología.
Sostiene que las personas privilegian los productos de calidad con características o funcionalidades superiores al promedio y buscan hacerles mejoras de manera constante.
Los esfuerzos en esta filosofía se centran en producir artículos de calidad y perfeccionarlos con el paso del tiempo para estar siempre a la vanguardia y a la expectativa de los consumidores.
Se continúa con un enfoque de marketing pasivo, ya que, aunque se busca innovar constantemente para mejorar los artículos, no se les presta mucha atención a los deseos y las preferencias de la demanda a los que van dirigidos.
Desde este enfoque, las compañías basan su actividad en la creencia, por una parte, de que los consumidores nunca comprarán suficiente si se deja la decisión en sus manos y, por otra, de que están dispuestos a conformarse con todo.
En este enfoque, como se parte de la hipótesis de que los consumidores no adquieren los productos en la cantidad que deberían por decisión propia, se emplea una estrategia de oferta o promoción para que el cliente adquiera más unidades, aunque no las necesite.
Es decir, el foco está en implementar actividades agresivas de venta y promoción más que en la creación y fabricación de lo que se quiere lanzar al mercado, con el fin de maximizar el número de ventas.
Esta filosofía surgió alrededor de los años 50 y enfatiza en el sentir-y-responder, por lo que empieza a surgir un interés real por las necesidades y deseos del cliente para encontrar el producto adecuado y no al revés, como era común antes.
Este cambio tiene lugar debido a la intensificación de la competencia y a los avances tecnológicos que se fueron dando de manera paulatina. Gracias a esto, surge el marketing en toda su plenitud, dejando en segundo plano la venta o la distribución.
Para atraer a más clientes se apuesta por ser más eficaces que la competencia en cuanto a la creación, el proceso de entrega y la comunicación.
Esta filosofía ya apunta a un marketing activo que adopta una perspectiva estratégica, a largo plazo, para fidelizar al cliente y asegurar la supervivencia de la empresa en un entorno cada vez más disputado.
Esta orientación reconoce que en el marketing todo es importante, tanto el producto, como el consumidor y la competencia, por lo que se enfoca en crear una unidad entre todos los elementos que conforman los diferentes procesos para mejorarlos y lograr una armonía superior.
La idea de este enfoque es determinar las necesidades, los deseos y los intereses de los mercados previamente seleccionados para satisfacerlos de una mejor forma que la competencia sin perjudicar a la sociedad.
Sea cual sea el enfoque o la filosofía que se adopte a la hora de comenzar a diseñar una estrategia o compaña de marketing, es muy importante que esté al frente un profesional del marketing que funja como guía.
Como técnica, el marketing hace referencia a la forma en que se ejecutará o se llevará a cabo la relación de intercambio, la cual consiste en identificar, crear, desarrollar y responder a la demanda.
Anteriormente, el objetivo del marketing concebido como técnica era satisfacer las necesidades de ventas y la facturación de una organización, pero en la actualidad ya no es así.
Ahora su fin principal es satisfacer las necesidades del cliente o consumidor al tiempo de que genera rentabilidad para la empresa. Es decir, el beneficio se da de manera bidireccional.
Una de las características clave de cualquier profesional del marketing es poseer un sentido analítico, que permita detectar y evaluar nuevas oportunidades para una compañía.
Debe ser capaz de diseñar un plan y una estrategia que sirvan para atraer la atención de los consumidores, haciendo que la empresa y el producto crezcan y lleguen a un mercado más amplio cada vez.
Asimismo, es necesario que emplee técnicas para medir el resultado y el impacto de lo implementado para que, con base en esto, se realicen cambios de ser necesario.
Por todos los procedimientos que se deben realizar como respuesta a los resultados que se van obteniendo y porque, lamentablemente, la primera estrategia no siempre funcionará, es indispensable que el profesional en marketing sea creativo y constantemente innove para buscar distintas soluciones para hacer frente a los distintos escenarios que puedan presentarse.
Otra característica fundamental de cualquier profesional del marketing debe ser la curiosidad y el dominio de más de una lengua, porque tiene que mantenerse actualizado en cuanto al tema de los medios y las comunicaciones.
El saber una única lengua podría ser una limitante importante porque significaría que sólo buscaría fuentes en su lengua materna, dejando de lado información valiosa que podría estar surgiendo en otros países en un idioma distinto, misma a la que podría tardar en tener acceso, pues las traducciones suelen llevar mucho tiempo y, en algunos casos, nunca se realizan.
El experto en marketing debe ser capaz de trabajar en equipo, ya que es una labor en la que se necesita de la colaboración de distintas áreas para tener en cuenta diferentes puntos de vista y lograr resultados exitosos.
Estas son sólo algunas de las funciones y características que debe poseer un profesional del marketing. Todo dependerá del campo en el que se desenvuelva y de las necesidades de cada compañía.
Si ya cuentas con un profesional de marketing o el profesional eres tú, aquí te explicaré cómo hacer una estrategia que funcione.
Un plan de marketing preciso y bien estudiado y planeado es esencial para cualquier empresa, sin importar el mercado en el que se desenvuelva.
Para lograr lo anterior, debes tener en cuenta los siguientes conceptos:
Es aquella sensación de carecer de algo, sea física o psicológicamente. Estas no son como tal creadas por el marketing, sino que forman parte de la naturaleza humana.
El marketing únicamente deberá ayudar a identificarlas y crear campañas para hacer que despierten esas necesidades en los demás.
Las necesidades pueden ser básicas, de seguridad y protección, sociales, de estima o de autorrealización.
Tener presente este componente nos ayudará a identificar cuando las personas adquieren un producto por su utilidad, por ejemplo, una chamarra en invierno porque hace frío, o por otras cuestiones, como el elegir una marca sobre otra solo porque se busca el reconocimiento social y no sólo cubrir una necesidad física.
Este va un poco más allá que la necesidad, ya que es la forma en la que el individuo decide satisfacer su necesidad. Por ejemplo, si bien necesita comer, dependerá de él elegir a través de qué alimentos lo hará.
Por ello, el marketing debe enfocarse no sólo en detectar las necesidades, sino también en canalizarlas y provocar que surja un deseo hacia determinados productos.
El método a través del cual una persona transforma sus necesidades en deseos no únicamente depende del marketing, también tienen peso cuestiones como sus características físicas, sus vivencias, sus creencias, su educación, el entorno social, su capacidad adquisitiva, entre otras.
Un deseo se convierte en demanda cuando el sujeto después de identificar la necesidad y canalizarla en un deseo, decide qué producto en específico desea y lo adquiere.
Son todos aquellos productos, servicios y demás alternativas que se ofrecen a los consumidores con el fin de satisfacer sus necesidades. Estas alternativas no se limitan al plano físico, sino también incluyen productos intangibles.
Estos conceptos hacen referencia a lo que perciben los clientes una vez que adquieren determinado producto.
Están íntimamente ligados con las expectativas que tenían los consumidores con respecto del producto, por lo que aquí no sólo importa satisfacer una necesidad, sino realmente ofrecerles aquello que esperaban.
Cumplir con las expectativas del comprador será una garantía de que volverá, en algún momento, a consumir nuestros productos. Si no logramos lo anterior, es casi seguro que habremos perdido a un cliente potencial.
Se debe dar importancia a identificar de forma adecuada al público meta de los productos o servicios que ofrecemos porque las estrategias de marketing estarán basadas en ese punto.
Aquí toman parte diversas actividades y acciones relacionadas con la investigación del consumidor, el desarrollo de productos, las estrategias de comunicación, entre otras.
Teniendo en mente estos conceptos y lo que conllevan, se entiende que el marketing es un proceso social, ya que es realizado por personas y dirigido hacia las personas, respondiendo y tomando en cuenta todos los puntos previamente explicados.
El intercambio que se da dentro del marketing sólo es posible, de acuerdo con Philip Kotler, si se cumplen las siguientes condiciones:
Es decir, el objetivo del intercambio sea cual sea, debe ser que ambos lados resulten satisfechos con dicha acción y obtengan beneficios.
De acuerdo con Philip Kotler, en su libro “Principios del marketing”, estos son los 10 principios del marketing.
Con todos los avances que se han ido dando y que continuarán existiendo, el enfoque de marketing se modificó y una de las cosas más importantes, como ya vimos, es conectar con los clientes, entablar un diálogo con ellos y ofrecer una experiencia cada vez más personalizada.
Querer crear una estrategia o campaña de marketing dirigida a todo el mundo puede ser muy complicado y al final el objetivo es muy probable que no se cumpla.
El cansancio de la gente con respecto de la publicidad provoca que cada vez sea más difícil lograr que reaccionen a ella, por ello otro de los principios del marketing es hipersegmentar el mercado para lograr que las personas que pertenecen a nuestro mercado objetivo entiendan nuestros mensajes y construyamos campañas más efectivas.
Una propuesta de valor es el mensaje que se desea que llegue al cliente y a través del cual explicaremos por qué nuestra propuesta es mejor que la de nuestra competencia para hacer que nos elija por encima de ella.
Para lograr lo anterior, se deben tener en cuenta los siguientes puntos:
Los principios previos buscan, principalmente, aportar más valor o utilidad al cliente y este no es la excepción. Por ello, se debe trasladar esta idea también a nuestros medios de entrega y distribución.
¿Por qué? Porque representan dos oportunidades para mejorar la experiencia de nuestros consumidores.
Actualmente, se apuesta mucho por la rapidez y si no somos competentes en ese aspecto, podemos perder clientes potenciales, por lo que debemos cuidar hasta los más mínimos detalles.
Anteriormente, el marketing se centraba en un intercambio puntual: entregar un producto que resultaba útil para el otro a cambio de una cifra monetaria. Sin embargo, ya no es así.
Si bien continúa existiendo una relación de intercambio porque se sigue ofreciendo un producto a cambio de un beneficio para la empresa, ahora el marketing busca también entablar una relación con el cliente y conversar con él para establecer un vínculo a largo plazo, es decir, lograr la fidelización del cliente.
Lo anterior, con el fin de nuestros consumidores nos ayuden a crear un valor más grande y nos enseñen cómo podemos ofrecer una propuesta más atractiva que genere un mayor impacto en nuestro público.
Siempre que se busque transmitir la propuesta de valor de determinado producto o servicio, es necesario:
En este punto, es importante tener presente que los medios publicitarios han cambiado y las personas prefieren muchas veces aquellos que no conllevan una interrupción.
Básicamente, este punto hace referencia al marketing de permiso, cuyo fin es solicitar la autorización del cliente potencial antes de realizar una acción comercial o enviar alguna información sobre determinada empresa o producto.
Siempre que se emplea el marketing es necesario que haya una supervisión constante para medir qué tanto éxito se está teniendo y decidir si se seguirá por el mismo camino o si es necesario cambiar el rumbo con base en los resultados que se hayan obtenido.
El crecimiento o la funcionalidad de cualquier campaña de marketing debe basarse en números y estadísticas; nunca en suposiciones.
Si queremos que una estrategia de marketing funcione de mejor manera, no debemos perder de vista las herramientas que nos brinda la tecnología.
Algunas de las aplicaciones de las que podemos echar mano son las siguientes:
Estos son solo algunos ejemplos, pero en realidad hay muchísimas más herramientas de las que se puede valer una empresa para mejorar el impacto que genera el marketing.
Este principio va muy de la mano con el número 5, ya que el argumento es el mismo: las relaciones a largo plazo son más rentables y funcionales.
Por ello, cada vez más empresas apuestan por la fidelización de los clientes al ofrecer productos y servicios de calidad; ser honestos con los clientes y no prometerles lo que no podrán cumplir; y ver al cliente como una persona y no como un número más.
Uno de los puntos clave para hacer marketing es tener bien presente que este afecta a todas las partes y personas pertenecientes a una empresa, por lo que se debe adoptar una visión global siempre que se tomen decisiones.
Seguro que has leído o escuchado mucho “estrategia de marketing”, pero ¿sabes realmente a qué hace referencia y todo lo que se requiere para realizarla?
Más allá de trazar un plan y pensar mucho antes de disponerte a diseñar una estrategia de marketing, es importante contar con un equipo a la hora de poner en marcha el proyecto.
Para ello, los siguientes puntos son muy importantes, así que tómalos en cuenta y no los pierdas de vista durante todo el proceso si quieres tener éxito.
Antes de emprender cualquier proyecto o tarea es muy importante y necesario saber qué es lo que se desea alcanzar por medio de ellos. Si se empieza sin esto, es prácticamente imposible que las ideas funcionen.
Cuando se tiene claro el objetivo, es mucho más sencillo concentrarse y definir las acciones que permitirán que la compañía cumpla los objetivos y calcular, aproximadamente, cuánto tiempo llevará conseguirlo.
Esto es importante en todos los sectores de una empresa para que funcione, pero muchas veces en el proceso de crear una estrategia de marketing se pierde de vista, debido a que se piensa que basta con tener creatividad, lo que es totalmente falso.
Una buena comunicación entre todos los que formen parte del equipo ayudará a que los profesionales debatan ideas, vean pros y contras y se logre tener una visión mucho más general y certera acerca de lo que se debería o no hacer para lograr el objetivo.
En la actualidad, los procesos y la demanda de la gente tienden a cambiar de un momento a otro sin previo aviso, por lo que es necesario que el equipo encargado de las estrategias de marketing se mantenga actualizado para estar preparado e implementar los cambios que se requieran con el fin de no perder terreno en el sector.
Aquí es importante que tomen diversos cursos sobre distintos temas relacionados con el marketing, en este caso, o que realicen entrenamientos; lo que sea necesario para que estén preparados para los constantes avances que se van dando dentro del área.
La única forma de saber si una estrategia está funcionando o no es analizando los resultados que se han obtenido a partir de que se implementó.
En el caso del marketing, se suelen emplear los KPI, que son un Indicador Clave de Actuación, que te ayuda a medir si una acción está respondiendo a los objetivos previamente planteados.
A través de estos, es posible saber cuántos nuevos clientes obtuvo una compañía, qué aumento hubo en sus ventas, entre otros datos relevantes que sirven para conocer el desempeño que está teniendo la estrategia de marketing implementada.
Una vez teniendo claro cuál es el proceso para idear y ejecutar una estrategia de marketing exitosa, tienes que tener en cuenta los pilares para lograrlo.
Estos son los siguientes:
Para que una estrategia de marketing funcione correctamente, es necesario tener bien identificadas y definidas a nuestras buyer personas, para saber qué es lo que buscan e idear un plan que cumpla con sus expectativas y que llame su atención.
No es necesario que tengas varias buyer personas, con una o dos bastará para que puedas comenzar a crear la estrategia de marketing.
Hay múltiples canales disponibles que puedes explorar; incluso, puedes emplear distintos para llegar a diferentes personas al mismo tiempo, según sus preferencias. Lo único que no debes perder de vista es que debes nutrir todos los canales que elijas, si es que resultan productivos o funcionales para ti.
Abandonarlos así sin más le restaría seriedad a tu compañía y podría alejar a los clientes potenciales.
Algunos de los canales más populares y utilizados son:
Para poder crear una buena estrategia es primordial contar con herramientas de calidad que faciliten las diversas tareas que se deberán realizar.
Necesitarás desde bancos de imágenes gratuitas hasta herramientas que te permitan medir diferentes aspectos de tu estrategia; todo dependerá de tu objetivo y del equipo que conformes. Algunas de ellas serán gratuitas y otras de pago, por lo que debes considerar este punto en el presupuesto.
Un punto esencial a la hora de emprender una estrategia de marketing es conocer y entender el ambiente en el que se desenvolverá y tendrá lugar tu propuesta, por lo que tienes que estudiarlo y a partir de ahí definir también cómo trabajarás.
Si no haces esto antes de comenzar a armar tu estrategia de marketing, es muy probable que no funcione porque no habrás tenido en cuenta los elementos que son importantes para tus prospectos, que son quienes te ayudarán a llegar a tus resultados.
Como mencionamos en líneas previas, los KPI sirven para analizar diferentes datos para saber si está funcionando la estrategia o no, pero es importante seleccionar indicadores determinados para poder medir los objetivos que planteaste desde un inicio.
Hay KPI para diferentes áreas, tales como SEO, atención al cliente, mercadeo, entre otras que resulten relevantes en cuanto al tema de marketing. Aquí lo importante es saber elegir aquellos KPI que resulten útiles de acuerdo con tus objetivos.
Estos son básicamente todos los puntos que debes tener en cuenta a la hora de comenzar a pensar en una estrategia de marketing.
Ciertamente, el hecho de tomar en cuenta todos estos elementos no es garantía de que armarás una estrategia de marketing exitosa.
Debes realizar cada uno de los pasos de forma estudiada e inteligente, lo que podría llevar mucho tiempo; pero es mejor dedicar tiempo una vez que estar cambiando constantemente la estrategia por haber hecho todo rápido en la primera ocasión.
Asimismo, es necesario que tengas en cuenta que cualquier producto o servicio tiene un ciclo de vida, es decir, llegará el momento en el que este ya no responda a las necesidades de tu público y tendrás que pensar en nuevos artículos y en nuevas estrategias de marketing.
Como hemos visto a largo de este artículo, tener una estrategia de marketing bien fundamentada es determinante para cualquier compañía, ya que de esta dependerá su éxito o fracaso.
Una de las claves para conseguir lo anterior es establecer relaciones sólidas con los clientes e interactuar de manera continua, a través de distintos canales, con ellos para hacerles saber que son parte importante de la organización.
Asimismo, cada día es más imprescindible estar a la vanguardia de los cambios que se van dando dentro de determinado entorno o sector porque cada vez es más corto el tiempo del que disponen las organizaciones para reaccionar y adaptarse.
Por lo tanto, la velocidad con la que se deben desarrollar y poner en marcha las estrategias de marketing es cada día más demandante, porque los clientes se vuelven más críticos y tienden a interactuar más para compartir sus experiencias con distintos productos.
Si no se logra lo anterior, será más difícil mantenerse entre los mejores posicionados dentro del mercado, lo que podría provocar que tu marca o productos pronto dejen de ser relevantes y, por tanto, de generar ventas, restándoles o eliminando por completo su rentabilidad.
En primera instancia, quienes permiten que la rentabilidad se mantenga y crezca son los consumidores, por lo que siempre debemos centrar nuestra atención en ellos y en las necesidades que van teniendo.
Pero… ¿cómo podemos hacer marketing en nuestra empresa?
A continuación, te mostraré y explicaré algunas de las técnicas de marketing más utilizadas y efectivas.
El marketing está íntimamente relacionado con el departamento de ventas. Uno de sus principales objetivos es incrementar el número de clientes para recibir más beneficios.
Para lograr esto, es necesario tener una base sólida para que nuestra estrategia de marketing funcione adecuadamente y podamos alcanzar los objetivos que nos pusimos al iniciar.
Existe una gran variedad de técnicas de marketing que pueden resultar útiles. Debemos elegir alguna o algunas de estas en función de nuestro producto, nuestro público meta y el sector en el que nos desenvolvemos.
Algunas de ellas son las siguientes:
Es una de las técnicas de marketing más tradicionales y consiste en vender determinado producto o servicio de manera directa.
Si bien al principio esta técnica antes era únicamente face to face, ahora, con los avances tecnológicos, se realiza también por medio del comercio electrónico, lo cual facilita todo el proceso de compra.
Generalmente, los usuarios tienden a confiar más en los negocios pequeños porque en estos suelen recibir una atención más personalizada. Por ello, es importante que tu empresa, aunque no dependa de la localización para vender, aproveche ese valor y piense en los usuarios como personas individuales, ofreciéndoles una experiencia más personalizada.
La publicidad es una de las técnicas de marketing más empleadas y sirve para actuar sobre los mercados y provocar una reacción en ellos.
Por medio de la publicidad, además de brindar información sobre nuestros productos o servicios, se intenta influir en el usuario, persuadiéndolo a que consuma determinado artículo.
El consumidor es la parte más importante dentro del marketing, ya que cualquier estrategia debe estar basada en lo que busca para realmente ser efectiva.
Por ello, es importante poner a su disposición medios, donde pueda manifestar sus deseos u opiniones y tomarlos en cuenta para definir la estrategia de la marca.
Otorgar al cliente esa sensación de control sobre las variables que convencionalmente son predeterminadas por el agente vendedor, puede resultar motivador para él.
Es una de las técnicas que está tomando fuerza y busca dar a los clientes las herramientas, los medios y los servicios que necesitan para tomar la mejor decisión de compra y que se sientan parte de la marca.
Una de las mejores formas de dar a conocer tu marca es a través de Google, apareciendo en las primeras posiciones del buscador.
Para lograrlo, tienes que implementar el uso de palabras clave en todas tus publicaciones y crear perfiles de tu marca en las redes sociales más importantes, como Facebook, Twitter o YouTube.
La diferencia entre esta técnica de marketing y la publicidad es que la primera busca resultados a largo y no a corto plazo.
El patrocinio y esponsorización hace referencia a un convenio entre dos partes involucradas que reciben un beneficio a cambio.
Crear y publicar contenidos relacionados con tu marca por medio de un blog es una de las técnicas de marketing más utilizadas porque te ayuda a difundir tu propuesta y ofrecer un valor agregado a tu público.
Dichos artículos deben estar optimizados desde el punto de vista de SEO y deben ser difundidos a través de distintos medios, como redes sociales. Sólo debes conocer antes el tipo de contenido más popular dentro de tu sector.
Es recomendable que revises y optimices tu estrategia de SEO al menos una vez cada tres meses, debido a que Google constantemente actualiza su algoritmo, por lo que es necesario estar adecuando tu contenido para lograr mejores resultados.
Asimismo, es importante que te tomes en serio tu blog y que añadas nuevas entradas de forma periódica, ya que esto sirve para indicar a los motores de búsqueda que tu sitio se encuentra activo y te ayuda a tener una mejor posición.
Estamos en la llamada era digital, donde las herramientas informáticas están al alcance de la mayoría de los consumidores, por lo que estas juegan un papel fundamental dentro del marketing.
Hoy en día, un gran número de la población es activo en redes sociales y es a través de estas que conoce diferentes productos y decide si le interesan o no. Por ello, es muy importante que consideres promocionar tu marca y artículos en este campo para llegar a un mayor número de personas de forma sencilla.
Los Webinars o conferencias en línea son una excelente opción si estás buscando una técnica de marketing efectiva y económica.
Consiste básicamente en ofrecer charlas instructivas a través de diferentes plataformas digitales acerca de temas de interés vinculados con tu área de trabajo o industria.
Sólo deberás elegir un tema que resulte atractivo y que pueda ayudar a diferentes usuarios y comenzar a planear y organizar los contenidos que brindarás tú o algún integrante de tu equipo de trabajo.
Considera grabarlo y dejar una versión disponible para su descarga en el sitio web de tu compañía para que las personas que no pudieron verlo en vivo tengan la posibilidad de acceder a dicho contenido.
A través de esta técnica podrías difundir tu marca y ganar prestigio, lo que, teniendo en cuenta algunos otros elementos, ayudaría a atraer a más clientes hacia tu marca e incrementar tus ventas y visibilidad, haciendo que tu compañía crezca.
Cualquier empresa que aprenda y sepa contar historias será capaz de obtener mejores resultados. A través de estas se puede apelar a los valores, las emociones y a las necesidades de los consumidores.
Esta técnica de marketing puede emplearse casi en cualquier área profesional que tenga como objetivo captar, retener o fidelizar clientes atendiendo sus deseos o necesidades.
Algunas de las ventajas de contar historias alrededor de tu negocio es que generan confianza, son fáciles de recordar, brindan contexto a los datos y ayudan a crear una mayor conexión con tu público meta.
Para lograr lo anterior, es fundamental tomar una postura analítica y centrarse en lo que buscan realmente los consumidores.
Las asociaciones son cada vez más comunes e importantes para impulsar la divulgación de una marca.
La importancia radica en elegir correctamente a los socios para que la relación que se establezca resulte beneficiosa para ambas partes.
Las asociaciones pueden ser, incluso, entre marcas que compartan un mismo público, pero donde los productos no sean competidores directos para no afectar la relación ni los resultados.
El test A/B es una de las técnicas más utilizadas, sobre todo, en el marketing directo, ya que resulta muy útil para la optimización de las campañas.
Este consiste en probar dos variantes de algún elemento de nuestra estrategia de marketing con el fin de comparar el impacto que tienen o cómo funcionan para, a partir de ahí, poder sacar conclusiones y realizar modificaciones.
El proceso es sencillo: se hacen dos versiones de un mismo contenido realizando sólo un cambio: una imagen, un cuadro de texto, etcétera; se lanzan ambas versiones y, por medio de métricas, se comprueba cuál funcionó mejor.
Es importante únicamente incluir una variante, ya que si se realizan varios cambios será muy complicado identificar cuáles de ellos funcionan y cuáles no, lo que podría arrojarnos resultados confusos y llevarnos a tomar decisiones equivocadas.
Ciertamente, el marketing puede ser empleado de distintas formas dependiendo de las necesidades de cada empresa; sin embargo, es muy importante que antes se analice y estudie lo que se busca lograr a través de este para que no resulte en una pérdida de recursos y de tiempo.
Muchas empresas continúan pensando que el marketing únicamente se reduce a ventas o publicidad, por lo que es fundamental que cambie esta visión y comience a verse como una parte importante y determinante para el éxito de una organización.
Básicamente, sin marketing sería imposible conocer al consumidor y, por ende, entender lo que quiere o busca. A través de este es posible establecer una conexión entre los compradores y la empresa para saber qué, cómo, cuándo y dónde demanda determinado producto o servicio.
En definitiva, el marketing ayuda a generar rentabilidad y se adelanta a las necesidades futuras de los consumidores, por lo que representa prácticamente el timón de cualquier organización.