El contenido de valor es un elemento clave dentro de cualquier empresa como parte de las estrategias.
A través de este, las compañías pueden posicionarse dentro de su sector, al tiempo que captan prospectos y buscan convertirlos en clientes.
Esto suena bastante bien, ¿no? Pero vayamos por partes…
En este artículo quiero hablarte de cómo crear contenido efectivo y plantearte los dos caminos principales para construir contenido: pagando o creándolo de forma interna en una empresa.
Antes de iniciar con el contenido de valor...
Todos hemos padecido el síndrome de la hoja en blanco, que ahora es el síndrome de la pantalla en blanco, no me vas a dejar mentir. Hemos vivido aquel no grato momento en que deseamos escribir un artículo para un blog o cualquier otro medio o formato y no tenemos ni idea de qué tema tratar.
Esto se debe, principalmente, a que no hay una estrategia y se quiere empezar partiendo de la nada prácticamente, enfrentándose a desenfoques, estrés, presión, y alejándose de lo que se quiere lograr.
Lo primero que debes tener en mente es que todo contenido, sea de la naturaleza que sea, debe contener una introducción que sirva como gancho para el lector, un desarrollo, que puede ser tesis en caso de que sea un artículo de opinión, y una conclusión.
Enseguida veremos cómo se debe desarrollar cada una de estas partes y qué se debe tomar en cuenta para conseguir un contenido efectivo.
¿Qué es el contenido de valor?
El contenido de valor es una pieza que brinda beneficios y ventajas al público al que se dirige.
Para conseguir esto, debe ser relevante y estar bien redactado porque, de lo contrario, es como si no existiera.
Todos tus visitantes deben poder encontrarse con contenido de calidad que los atrape y que haga que quieran compartirlo. Solo así puedes pensar en un crecimiento empresarial.
A pesar de lo que puedes pensar, crear contenido de valor NO es difícil y ahora te explicaré paso a paso cómo lograrlo.
Pasos para crear contenido de valor
No solo se trata de crear contenido, ¿cierto? Contenidos hay millones en la red, y si queremos que el nuestro sobresalga o al menos pelee las primeras posiciones en Google, debemos buscar que nuestra creación sea llamativa y que tenga calidad.
Para conseguirlo, tienes que tomar en cuenta los pasos que te voy a mencionar a continuación. ¡Apúntale!
1. Planifica el contenido que se creará
No es una buena idea lanzarnos a crear contenidos sin tener una estrategia o un plan previos, ya que tenemos que formular los artículos en función de los objetivos que tengamos, ya sean personales o empresariales.
Antes de redactar cualquier contenido, es necesario preguntarse lo siguiente:
- ¿Qué queremos conseguir con ese contenido?
- ¿Hay gente interesada en conocer la información que le vamos a proporcionar?
- ¿Qué hará la diferencia entre todo el contenido existente y el nuestro?
- ¿Sabemos suficiente sobre el tema como para abordar ese contenido?
- ¿Por qué es importante el tema que queremos tratar?
Partiendo de estas preguntas, sabrás si vale la pena crear contenido relacionado con los temas que tienes en mente y, en caso de que no sea así, puedes pensar en darle algún giro, por mínimo que sea, para que realmente se convierta en contenido que vale la pena leer.
Otro factor que es fundamental en este punto es determinar el tipo de formato que se va a elegir para cada contenido. Pueden ser blog post, infografías, videos, etcétera.
En todos los casos, los siguientes pasos se pueden adaptar. Mi punto de partida son las entradas de blog; sin embargo, cada uno de los puntos puede ser fácilmente entendido y aplicado sin importar el formato elegido.
2. Infórmate sobre el tema que vas a abordar
Una vez que hayas creado una estrategia y hayas decidido sobre qué temas trabajarás a corto o mediano plazo, tienes que leer y leer sobre ellos. Dedica el tiempo necesario para investigar al respecto.
Trata de leer de manera consciente y detenida lo que encuentres y consideres valioso, compréndelo y reflexiona sobre el aunque sea un momento.
Realizar todo este proceso te ayudará no solo a tener muchos conocimientos, sino también a tener mejores ideas de cómo puedes abordar el tema de una forma personal para no caer en la replicación de contenido.
Recuerda que muchas cosas ya están dichas, pero tú puedes aportar algo según tu experiencia en el tema, a través de ejemplos o brindando opiniones o argumentos bien cimentados.
Asimismo, puedes brindar contenidos más completos y mejores y, de esta forma, competir.
3. Crea títulos sencillos y atractivos
Uno de los elementos más importantes al crear contenido de valor es elegir un buen título.
Este paso es clave porque te va a permitir centrarte en la temática que hayas elegido y a mantener el foco en ella, evitando desvariar y abordar demasiados puntos sin ningún tipo de objetivo.
Estos no tienen por qué ser los definitivos. Es solo para que inicies con la redacción o construcción de manera mucho más objetiva.
Cuando hayas terminado el contenido, puedes darte el tiempo para generar varias opciones y elegir la que mejor se ajuste a lo que deseas transmitir.
Trata siempre de seleccionar un titular corto, conciso y que despierte el interés de tus lectores para que realmente abran la entrada y se queden por el valor que encuentren en ella.
Créeme que, aunque parezca poco importante, un buen titular hace la diferencia entre un contenido exitoso y uno fallido, así que esfuérzate y encuentra la mejor opción, tomando en cuenta la promesa de tu creación, es decir, aquello que ofreces al lector.
4. Estructura el contenido de forma eficiente
Muchas veces puede existir material muy valioso en la red, pero que tiene una estructura poco óptima, es decir, la información no lleva una secuencia lógica, carece de subtítulos, no están bien segmentados los párrafos, la información está mal dividida, etcétera.
Esto, por más bueno que sea el contenido, provoca que las personas no quieran consumirlo. Por ello, es importante que, con base en el tipo de contenido que redactarás, decidas un orden.
El orden canónico de un artículo web es: título, meta-descripción, introducción, desarrollo (con sub-temas) y conclusión.
Estas partes pueden variar en función del tipo de contenido que estés escribiendo (argumentativo, de opinión, etcétera), pero es más o menos la estructura que se le debe dar.
Lo mejor que puedes hacer es construir el esqueleto y de ahí ir nutriendo la información.
Aunque la introducción debe ser una de las primeras partes, yo suelo dejarla hasta el final, pues es cuando ya sé bien de qué voy a hablar y puedo realizar una promesa de contenido que sé que voy a cumplir.
Aquí no hay reglas: puedes empezar en el orden que desees, pero no pases por alto ninguna de las partes.
Asimismo, es importantísimo que cuides que haya coherencia entre todas las partes y que todo el contenido vaya hacia un mismo lado, es decir, que no haya contradicciones.
5. Haz que prevalezca la voz activa
La voz activa es clave para generar contenido de valor.
Si bien los estilos son únicos y cada uno decide cómo escribir, según su objetivo, hay elementos que debes tomar en cuenta a la hora de crear contenido. Uno de ellos es emplear la voz pasiva en poca medida.
Veamos rápidamente qué son la voz activa y la voz pasiva.
La voz pasiva es cuando el sujeto de la oración recibe la acción indicada por el verbo, mientras que la voz activa es cuando el sujeto es quien realiza la acción.
Ejemplifiquemos para tener mayor claridad:
Voz pasiva: De acuerdo con x autor, el término y fue acuñado por x persona.
Voz activa: De acuerdo con x autor, x persona acuñó el término y.
¿Por qué es importante emplear la mayor parte del tiempo la voz activa? Porque la voz pasiva puede difuminar a los agentes y el lector puede perder de vista lo que es realmente importante al encontrarse con una prosa dominada por cosas y objetos.
6. Emplea ejemplos
Una de las formas más sencillas de ayudar al lector a comprender mejor un contenido y volver más ameno un artículo es a través de ejemplos.
Estos no necesariamente deben estar relacionados con el sector; pueden ser, incluso, de la vida diaria, pues ayudará a que el lector se identifique mucho más fácil con ellos.
Utilizar ejemplos también te permitirá involucrar más al lector y acercarte a su realidad.
Solo debes tener cuidado a la hora de elegir qué elementos o situaciones pueden servir para llegar al objetivo que buscas a través de ellos.
7. Céntrate en brindar soluciones
Este punto es uno de los más importantes, por no decir que es el MÁS importante.
El fin de cualquier contenido es ofrecer una respuesta o solución a determinada situación relacionada con el tema que se aborda.
Puede ser una duda, un problema, una confusión, entre otras cosas, relacionado con tu industria, empresa o los temas de tu interés, en caso de que escribas por mero placer, que es muy válido.
A todos nos gusta entrar a un sitio o ver un video y sentir que ha valido la pena el tiempo que hemos dedicado a leerlo o verlo, según sea el caso.
Asegúrate de que tu contenido sea capaz de brindar esa sensación, es decir, nútrelo y ármalo de forma adecuada y profesional.
8. Llega a una conclusión
Un contenido, para que sea verdaderamente valioso, debe apuntar hacia una conclusión final, misma que tiene que, idealmente, cautivar a los lectores y ayudar a reafirmar todo lo que se dijo a lo largo del artículo o contenido para que no haya dudas acerca de lo que se buscó transmitir a través de su creación.
Recuerda que, al ser lo último que leerán, debe ser concisa, clara e impactar en ellos para que se quede en su memoria y realmente logre el objetivo que tienes en mente, que es trascender y no ser parte del montón.
La conclusión no tiene que ser demasiado extensa, fíjate más bien en que tenga poder y que le dé un verdadero cierre a tu contenido para que la gente se quede con eso y tenga ganas de seguir leyéndote o escuchándote.
Si quieres saber más sobre este punto, echa un vistazo al artículo ¿Cómo hacer una conclusión?
9. Revisa y revisa antes de publicar
Un buen contenido, además de brindar información valiosa, debe tener una redacción cuidada para que se logre transmitir la idea que se desea.
Aunque podemos pensar que los errores ortográficos o typos no son relevantes, créeme que sí impactan en la imagen que tu empresa o tú como persona proyectas hacia los demás.
Puede que realmente seas un máster en un tema y que tengas ideas superrevolucionarias y útiles, pero muchas personas basan la credibilidad en la limpieza y la correcta ortografía, así que, por favor, no descuides esta parte.
Otro punto clave a tener en cuenta a la hora de revisar el producto final es que debes cuidar que tus ideas vayan hacia un mismo sentido, es decir, que todo el contenido se complemente, que no se contradiga y que lleve una secuencia lógica que facilite su lectura.
En el caso de contenido audiovisual, te recomiendo que revises muchas veces la edición final y que te ayudes con un guion para evitar muletillas, que suelen ser bastante molestas para los espectadores. Ojo con eso.
Otro consejo que te doy es que dejes la edición hasta el final y que durante la producción permitas que todas las ideas fluyan, aunque no estén redactadas de la mejor manera.
Un creador de contenido disciplinado escribe rápido y edita lento. Así que no trates de hacer las cosas al revés.
10. Sé crítico con el contenido que produces
Siempre que creamos contenido, es importante ponernos en los zapatos de los lectores y responder a la pregunta ¿a mí me gustaría leer esto en otros blogs o ver esto en plataformas de video? ¿realmente es útil el contenido? Si la respuesta es “sí”, adelante. Pero si es “no”, piensa seriamente en cambiar el contenido o su formato.
Esto no quiere decir que debas desechar tus avances y empezar desde cero, sino que puedes darle un giro al enfoque; eso podría bastar para hacer algo diferente que sí sea de valor para tus lectores.
En caso que, de plano, no sepas hacia dónde enfocar tu contenido, puedes pedir ayuda a algunos de los colaboradores de la empresa o, incluso, a amigos.
Puedes preguntar qué les gustaría saber de los temas en los que te enfocas, cuáles son sus dudas sobre determinado ámbito o puedes hacer una lluvia de ideas.
A partir de ahí, puedes conseguir bastante material para convertirlo en contenido y comenzar a tener éxito en tu blog o en cualquier otra plataforma que utilices para publicar material con valor.
Muy bien, hasta aquí, ya sabes cómo crear contenido de una manera limpia, organizada y enfocada a un objetivo. Ahora, me gustaría pasar al otro punto que corresponde a este artículo, que tiene que ver con la ejecución.
¿Pagar por contenido de valor o crearlo uno mismo?
La respuesta no es tan sencilla. Ambas opciones tienen sus puntos buenos y sus puntos malos. Por ello, voy a abordar las dos perspectivas para que tú seas quien decida qué te conviene más.
En ambos casos, te voy a decir los puntos positivos y los negativos, pues ninguna de las dos opciones es perfecta; tiene elementos fuertes, pero también débiles, así que lo que te voy a brindar es información para que la tengas en cuenta a la hora de tomar la decisión.
Trabajar con agencia de contenido vs. producirlo tú mismo
Trabajar de la mano con una agencia de contenido suele ser una de las mejores opciones cuando no se tiene mucha experiencia en el campo de creación porque implica facilidad para las empresas y, sobre todo, agilidad.
Los conocimientos se pueden adquirir siempre, pero, para ello, se necesita tiempo y dedicación, lo que muchas compañías no están dispuestas a invertir para aprender.
Asimismo, debes tener en cuenta que no solo se trata de crear contenido en diferentes formatos, sino de hacer una investigación profunda sobre aquel material que puede realmente darte resultados.
Porque sí, puede ser fácil redactar o crear piezas de contenido, pero lo que no es nada sencillo es saber qué temas abordar, cómo tratarlos, desde qué enfoque, etcétera.
¿Por qué contratar agencia de contenidos?
Veamos las dos caras de la moneda para que, con base en ello, decidas qué es mejor en tu caso. Primero voy a abordar por qué sería bueno que dejes en otras manos la producción de contenido y las ventajas que te brinda.
1. Cuentas con expertos en creación
La creación de contenido es una labor que demanda mucho tiempo y esfuerzo. Esta inversión, como te mencioné, no siempre va a ser fácil para las empresas. En primera, por falta de personal y, en seguida, por desconocimiento.
Las compañías tienen distintos roles y la mayoría de veces van a preferir dedicar tiempo en resolver otro tipo de cuestiones que consideran mucho más necesarias.
Por tanto, las agencias de contenido suelen ser la mejor opción para equilibrar el trabajo y dejar en manos expertas este aspecto. Siempre apostando por personal que sea capaz de generar información de alta calidad para captar y acompañar a los prospectos.
2. Reduces gastos de nómina
Aunque parezca un poco contradictorio este punto, ya que, obviamente, debes pagarle a la agencia encargada, créeme que los gastos son menores si comparas la contratación de una empresa de content marketing con los sueldos que tendrías que pagar para contar con un equipo capacitado y experto que brinde resultados.
Esto te puede permitir destinar dichos recursos en otros aspectos que sean relevantes para tu industria y que puedan dejar más beneficios económicos, mientras la agencia contratada te da resultados también.
De esta forma, la producción continua de materiales informativos y educativos no recae directamente en tus hombros y puedes mejor invertir en acciones directamente relacionadas con tu sector.
Únicamente tienes que tener en cuenta que no puedes dejar todo en manos de los expertos; es necesario que des seguimiento a cada acción implementada, que la apruebes y que midas los resultados que está dando.
3. Tienes acceso a herramientas profesionales
Generalmente, una buena agencia de contenido tiene varias plataformas o herramientas de pago que, aunque no te otorga de manera libre, sí emplea para darte mejores resultados sin que tú tengas que invertir en ellas; es decir, no representan un gasto para ti, pero te brindan beneficios.
Un ejemplo de ello son las herramientas SEO, que se emplean para la búsqueda de palabras clave, y que, en su mayoría, son de pago o, en caso de ser de libre acceso, son bastante limitadas en cuanto a las búsquedas permitidas.
Además, cada una de las plataformas, por supuesto, además del pago, requieren de cierto entrenamiento, mismo que implica tiempo y dinero. El personal de la agencia de contenido ya cuenta con dichas bases, por lo que puede trabajar enseguida sin mayor problema y comenzar a ejecutar las estrategias.
4. Logras mayor visibilidad de tu marca
El equipo de una agencia de content marketing cuenta con la experiencia necesaria para realizar recomendaciones e implementaciones en cuanto al marketing de contenidos y posicionamiento orgánico, lo cual, en conjunto, beneficia fuertemente a tu empresa.
Esto, por supuesto, ayuda, a largo plazo, a que tu marca se consolide y consiga una mayor visibilidad porque saben qué contenido crear para llegar a una audiencia mucho más amplia o, en ocasiones, más específica y conseguir muchas más conversiones y, por ende, aumentar ingresos.
Por ejemplo, una empresa enfocada en venta de piezas de automóviles puede conocer todo sobre la parte técnica; mientras que una agencia puede ver el lado más teórico que puede interesar a los conductores que buscan información sobre el uso o los posibles problemas que puede presentar un vehículo y su resolución, misma que van a encontrar en la empresa que la contrató.
De esta forma, se puede llegar a un segmento diferente de audiencia y generar mayores utilidades a partir de la detección de dolencias que no son tan identificables cuando se está tan dentro de una industria. Puede parecer contradictorio, pero pasa: nos cuesta ver lo más evidente.
Ahora pasemos a las desventajas… y al porqué deberías tú mismo producir contenido sin miedo al éxito.
¿Por qué producir contenido tú mismo?
Ahora que ya sabes por qué deberías contratar los servicios de una agencia, me gustaría ir al otro extremo y explicarte por qué, en lugar de contratar a un externo, deberías tú mismo producir los diferentes contenidos.
A continuación, te digo las ventajas más destacadas de esta cara de la moneda para que tengas un panorama mucho más amplio y puedas tomar una buena decisión de acuerdo con lo que necesitas en este momento.
1. No vas a depender de un tercero
Depender de alguien más puede no significar un obstáculo al principio, pero créeme que siempre es mejor buscar autonomía y desarrollar la capacidad para uno mismo producir aquello que necesita para mantener y mejorar su empresa.
¿Qué es mejor? ¿Qué te den el pescado o que te enseñen a pescar? A largo plazo, siempre va a ser más redituable la segunda opción, pues vas a seguir creciendo en el ámbito profesional y cada vez vas a ser más capaz de responder a las necesidades de tus clientes.
De esta forma, te vas a asegurar de que tu organización siempre vaya por buen camino. Imagina que decides siempre depender de una agencia y de repente quiebra o cambia de giro y te deja botado. ¿Qué vas a hacer?
Puedes responder: “pues, buscar otra agencia”. Sí, claro, eso es lo más fácil del mundo, pero piensa en que vas a volver a hacer tooodoo el proceso desde cero porque cada empresa, aunque tenga el mismo enfoque, trabaja de manera diferente, así que debes llegar nuevamente a acuerdos y eso solo retrasa los procesos y los resultados.
Todo cambia cuando tienes un equipo experto tú mismo y creas un método de trabajo bien definido, pues una vez estipulado, lo único que tienes que hacer es monitorear y realizar cambios cuando se considere necesario.
Estas modificaciones suelen ser mínimas, por lo que no afecta la producción ni pausa los resultados.
2. Nadie conoce tu sector como tú
Sí, los expertos en contenido pueden escribir de manera magnífica y enamorar a quienes los leen, pero no son expertos en todas las industrias más que en la suya, por lo que es realmente difícil que aborden los temas de manera cien por ciento profesional.
¿Quién mejor para tratar temas sobre tu industria que tú, que eres todo un experto?
Una vez que te formes en cuanto a aspectos como redacción inteligente, posicionamiento orgánico y demás elementos clave de content marketing, vas a ser capaz de producir contenido mucho más valioso.
A las personas les gusta leer información de gente con trayectoria en el ramo, así que es mucho más factible que crean en ti y no tanto en una compañía que solo es experta en contenidos.
Piénsalo… cuando buscas información que es relevante para ti, ¿en qué fuentes confías? Estoy segura de que en personas expertas en el campo que ya son reconocidas y que tienen una trayectoria importante.
Es cierto que las empresas de contenido tienen que estudiar a tu sector, pero, evidentemente, nunca va a ser lo mismo y eso tienes que tenerlo bien claro.
3. Menor pérdida de tiempo
Al principio, puedes pensar que, si contratas una agencia de contenido, no estás perdiendo tiempo, sino ganándolo porque se agilizan los procesos al contar con expertos en el ramo de a creación de contenido.
Pero ¿qué crees? Esto no es del todo cierto.
Al inicio ganas tiempo, pero a la larga, puedes perderlo porque necesitas estar en constante comunicación con la agencia experta, en reuniones y demás encuentros que implican tiempo.
Ese tiempo podrías invertirlo en aprender de la mano con tu equipo los procesos y los conocimientos que se necesitan para ejecutar las acciones.
Veamos esto con un ejemplo.
Supongamos que contratas a una agencia de contenido y todo marcha bien. A los 2 meses comienza ya la aplicación de estrategias y empiezan a llegar los resultados, ¡perfecto!
Sin embargo, en esos 2 meses, tuviste reuniones semanales de entre 60 y 120 minutos, que se traducen en 8 horas al mes, es decir, 16 horas en esos 60 días de arranque.
Si multiplicas esas 8 horas mensuales (si bien te va) por 12 meses… obtienes 96 horas. Pero eso solo hablando de los días en que se reúnen, ¿dónde queda todo el tiempo que pasa la agencia sin darle seguimiento a tu proyecto? ¡Exacto, también es pérdida!
Ahora, ¿cuánto crees que tengas que dedicar para aprender tú mismo los procesos?
No te voy a mentir, también lleva meses, pero una vez aprendido todo, ya no vas a tener que dedicar más horas a eso, más que a actualizaciones.
Existen entrenamientos que implican dedicar 60 minutos a la semana, pero que llevan solo entre uno y tres meses; es decir, entre 4 y 12 horas. ¿Viste cuánto se reduce el tiempo?
El verdadero obstáculo está en qué tan dispuesto estás a hacerte espacio para recibir capacitación y comenzar a actuar tú mismo de la mano de tu equipo involucrado.
Conclusión
Estos puntos son solo algunos de los que considero importantes a la hora de tomar una decisión sobre si arriesgarte y recibir formación para hacer tú mismo el contenido o hacerlo de la mano de una agencia.
Ya conoces el proceso de creación de contenido o al menos la base principal, que son los puntos que te mencioné en el primer apartado de este artículo.
Si bien parecen fáciles, no te voy a mentir: se requiere de mucho trabajo y, sobre todo, compromiso y práctica… ¡muchísima práctica! No hay forma de aprender a producir contenido sin ensuciarte las manitas y ponerlas a redactar.
Por más teoría que tengas y por más bueno que seas en gramática, necesitas poner en práctica tu escritura e irla puliendo. De esta forma, también te irás haciendo de un estilo propio, que será aquel que te hará destacar y ser reconocido por tu audiencia.
Por otra parte, hablando del segundo apartado que es decidir si producir uno mismo o dejar a expertos hacerlo, me gustaría saber ¿cuál opción consideras que es más redituable? Cuéntame en los comentarios.
Si se te viene a la mente algún otro método u opción, no dejes de hacérmelo llegar. Así tú puedes ayudarme a ver algunos puntos que, quizás, estoy dejando de lado.
Fernanda Álvarez
Content Manager en Media Source. Apasionada de la escritura y el marketing, en pos de crear más y mejores piezas de contenido que ayuden a alcanzar objetivos específicos.