Al momento de escribir, sea el contenido que sea, uno de los retos más importantes, que nunca debes perder de vista si te interesa que tu contenido sea relevante, es saber cómo hacer una buena introducción.
La introducción será clave para que los lectores decidan quedarse o abandonen tu sitio web en pocos segundos.
Por muy buen contenido que ofrezcas, si no sabes cómo enganchar al otro, al presentarlo, difícilmente lograrás que te lea de inicio a fin.
De acuerdo con la profesora Angie Neira, de la Universidad Pedagógica Nacional:
La introducción refleja la imagen del escritor frente al lector, es decir, es la primera impresión. Si la introducción es precisa, estructurada y correctamente redactada la disposición de quien lee es distinta a si se encuentra con una introducción mal redactada, poco clara, que no entrega los datos necesarios para formarse una idea de lo que leerá a continuación. Angie Neira, de la Universidad Pedagógica Nacional
En el primer párrafo será muy importante ir directo al grano; no dar muchas vueltas ni prometer mucho más de lo que se brindará, pues no me dejarás mentir: a ningún lector le gusta sentirse engañado después de consumir algún contenido. Eso solo provocará que no quiera volver a tu sitio.
Recuerda que es muy fácil, debido a las múltiples distracciones que hay en los sitios, que el lector opte por abandonar tu página. Basta con dar un clic para pasar de ella.
Por ello, resulta vital provocar, desde la introducción, que el lector se sienta atraído, es decir, con ganas de conocer y leer más.
Pero a todo esto...
¿Qué es una introducción?
Es una descripción breve de lo que desarrollarás a través del cuerpo de texto.
La introducción es la parte inicial de un texto en la que describes de manera breve y concisa lo que desarrollarás a través del cuerpo de tu artículo, ensayo, libro o cualquier otro tipo de escrito.
Sí, eso es importante, es verdad, pero ten siempre en cuenta que es aún más importante enganchar al lector, provocarle curiosidad por tu contenido, sorprenderlo, dejarlo con ganas de más.
¿Cuántas veces no hemos escuchado el dicho "la primera impresión es la que cuenta"? Lo mismo sucede con los textos. Si das una buena primera impresión, es casi seguro que lograrás llamar la atención del lector.
Sin embargo, si no lo haces, solo conseguirás que, en cuestión de segundos, tu público se vaya.
Ojo: no siempre es tan importante el nivel de permanencia en un sitio; esto dependerá del fin de tu página y de lo que buscas a partir de tus escritos.
A continuación, te daremos algunas recomendaciones que te ayudarán a escribir una introducción adecuada para cualquier tipo de artículo o texto. ¡Comencemos!
¿Cómo hacer una introducción?
Hacer una buena introducción no es tan complicado como podría parecer; sin embargo, debes tomar en cuenta varias cosas que quizás, hasta ahora, das por descontadas o te parecen irrelevantes.
- 1. Tener claridad sobre el tema que vas a abordar
- 2. Responder algunas preguntas
- 3. Tener siempre presente al lector
- 4. Trabajar sobre el buyer persona
- 5. Ser breve pero seductor
- 6. Ir de lo general a lo particular
- 7. Emplear material gráfico significativo
- 8. Ser brutalmente honesto
- 9. Generar expectativas reales
- 10. Ayudar al lector a darse cuenta de qué está haciendo mal
- 11. Aportar datos relevantes
- 12. Hablar al lector
- 13. Hacer referencia a autores reconocidos
- 14. Usar el Storytelling
- 15. Evitar clichés
- 16. Crear una USP para tu texto
- 17. Distribuir bien los elementos en tu artículo
1. Tener claridad sobre el tema que vas a abordar
Escribir de algún tema sobre el que no se tiene mucha información o no se conoce puede resultar contraproducente.
Por ello, antes de empezar, trata de refrescar tus conocimientos, organizarlos e incluso expresarlos por otro medio (oral si lo prefieres); esto permitirá que las ideas fluyan y sea más sencillo saber cómo redactar la parte introductoria.
A decir de muchos, elaborar la introducción hasta el final puede resultar lo más óptimo, pues habiendo redactado todo el cuerpo del texto, tendrás claro qué incluiste y qué no y serás capaz de explicar con más precisión de qué va tu artículo y cómo se desarrollará.
2. Responder algunas preguntas
Piensa en qué te gustaría encontrar a ti si estuvieras leyendo un artículo como el que estás escribiendo.
Sin duda, todos buscamos respuestas y resulta un acierto encontrarlas desde la introducción, ya que nos hace ver que no perderemos el tiempo al leer el texto.
Esto, por supuesto, no quiere decir que debes dar todo lo importante al inicio; debes fraccionarlo.
Algunas de las preguntas que puedes abordar en la introducción son: ¿para qué?, es decir, qué importancia tiene el artículo; ¿qué?, el tema que desarrollarás; ¿cómo?, la forma en que lo harás (método, teorías, disciplinas, técnicas, etcétera; y ¿qué encontrarás?, esto es, lo que el lector obtendrá a partir de la lectura.
Responde estas preguntas de la manera más sincera posible; no te vayas a los extremos. Es decir, no idealices tu texto pero tampoco lo menosprecies. Dale el valor justo a la introducción, y cuéntale al lector lo que tienes para ofrecer.
3. Tener siempre presente al lector
Para saber cómo llevarás el texto es muy importante no perder de vista hacia quién te diriges, pues de ello dependerá el modo de abordar el texto y el tipo de lenguaje que emplearás.
Debes presentar desde la introducción un problema y brindar una buena solución para este. De esta forma, le dirás al lector que vale la pena quedarse en tu sitio web, pues no saldrá como llegó, sino con una respuesta.
Ojo: tampoco se trata de que prometas algo que no cumplirás. Siempre inclínate por la sinceridad, antes que por lograr visitas o permanencia en tu sitio, ya que por conseguir un poco más de permanencia podrías estar perdiendo a un lector potencial.
Asimismo, ten en cuenta que el registro, es decir, el lenguaje que empleas, no puede ser el mismo siempre. Este dependerá de tu público o lector ideal. No es lo mismo hacer una introducción sobre un tema para niños u adolescentes que para empresarios o personas con alguna otra especialidad.
4. Trabajar sobre el buyer persona
El punto anterior va muy ligado con este, pues crear un buyer persona es uno de los primeros pasos para tener claro el perfil de tu lector, como intereses, hábitos, situación social, entre otros aspectos.
Lo anterior te permitirá tener más claro cómo desarrollar una buena introducción, pues lo harás a partir de las necesidades específicas de tu lector, teniendo en cuenta lo que busca y ofreciéndoselo.
Lee, investiga, busca, experimenta, hasta que encuentres aquello que funciona mejor para ti y para tu lector objetivo. Solo con el conocimiento y la práctica podrás tener una idea más clara sobre cómo enganchar a tu lector ideal a partir de la introducción y a lo largo de todo el escrito.
5. Ser breve pero seductor
Al hacer una introducción el objetivo siempre debe ser dejar al lector con ganas de conocer más; no de irse. No vale la pena que en este punto te pongas a explicar mil cosas; basta con que resumas el tema de una forma atractiva, invitando al lector a quedarse, prometiéndole que si lo hace, saldrá ganando.
Se recomienda que la introducción esté conformada por el 20% del número de palabras total del artículo. Esta cantidad es aproximada, siempre dependerá de tu objetivo y de qué tan bueno seas para expresar tus ideas.
Sólo ten en cuenta que no debes ir a los extremos, es decir, no te explayes, pero tampoco coloques sólo una o dos líneas, pues con esto no lograrás tu objetivo. Al realizar una introducción siempre debes buscar el balance.
Recuerda también que, generalmente, las personas que navegan por internet quieren respuestas rápidas y no extensas a un problema concreto. Si no prestas atención al elaborar la introducción, puedes confundir al lector y hacer que abandone enseguida.
6. Ir de lo general a lo particular
Estructura el texto y la información de forma que puedas plantear el tema central en la parte de la introducción y en los puntos posteriores, es decir, el cuerpo del texto, te centres en desarrollarlo de manera más detallada.
Este consejo se ha dado desde hace mucho tiempo, pero no puedes perderlo de vista al redactar la introducción, ya que actualmente las personas navegamos mayormente a través del celular y encontrar o no lo que buscamos en las primeras líneas es crucial para quedarnos o irnos.
El cómo esté redactada la introducción, en la mayoría de los casos, ayudará a que nuestro lector se dé cuenta de si el contenido que acaba de encontrar será funcional o no para él. Por eso es tan importante hacer una buena entrada; presentar la información de manera llamativa.
Para lograr lo anterior, uno de los métodos más empleados es el de la pirámide invertida, que es una estructura que permite organizar la información, con el fin de atraer y mantener la viva atención del lector.
Básicamente, se trata de jerarquizar la información, partiendo de los contenidos básicos (la introducción). Conforme desarrollas el texto, se busca ir dando mayores detalles acerca del tema.
Con este método se debe buscar que el contenido esté bien distribuido, y que ninguna parte pese sobre otra, logrando un balance que resultará atractivo para tus lectores y conseguirá que se queden a leer tu contenido.
7. Emplear material gráfico significativo
A nadie le resulta atractivo encontrarse con un artículo que es sumamente largo y que carece de material gráfico. La falta de imágenes, videos, audios, etcétera, a lo largo del texto y en la introducción puede representar un problema, pues vuelve denso cualquier material.
Lo anterior provoca que, por muy bueno que sea, terminemos yéndonos del sitio, pues se vuelve cansada la lectura, e incluso puede parecer que hasta es infinita.
Es importante colocar al menos algún tipo de material gráfico cuando estás haciendo la introducción, pues esto puede ayudar a captar la atención del lector y lograr que decida quedarse.
Tampoco se trata de que metas muchas imágenes o materiales; pues puedes terminar distrayéndolo, lo que resultaría contraproducente. Elige elementos que sean útiles y que apoyen tu introducción y desarrollo, facilitando la adquisición del conocimiento.
Algunos de los gráficos que puedes utilizar son imágenes, videos, tweets, publicaciones, entre otros. Todo dependerá del tipo de texto que estés desarrollando y de tu público.
Ojo: no metas material sólo por meter; busca elementos valiosos que realmente sumen a tu contenido y que sean de utilidad para que el lector capte mejor el mensaje que quieres transmitir.
8. Ser brutalmente honesto
Como mencionamos en líneas anteriores, la honestidad juega un papel fundamental en cualquier contenido.
El lector busca soluciones para sus problemas, pero soluciones reales, que se adapten a lo que vive. Si logras redactar una introducción con total sinceridad, quien está del otro lado de la pantalla se dará cuenta de que eres confiable y no querrá irse; al contrario.
Hoy en día, son muchas las páginas que ganan visitas a partir del clickbait, esto es, todos aquellos sitios que emplean títulos y contenidos sensacionalistas y engañosos para atraer el mayor número de clics posible.
Esto si bien puede resultar atractivo al inicio, no te ayudará a tener lectores fieles, sino todo lo contrario, pues en los últimos 5 años muchas plataformas comenzaron a penalizar esta acción.
Ten en cuenta que ilusionar al lector, desde el título o la introducción, para enseguida decepcionarlo, al no ofrecerle lo que prometes, no es ético y hará que los usuarios te encasillen como un medio poco confiable.
Es mejor tener pocas visitas, al inicio, pero siempre brindando contenido sincero al lector. Siempre da prioridad a la honestidad antes que a la cantidad de clics de tu sitio. Verás que haciendo lo primero, lo segundo llegará gradualmente. ¡No busques el camino fácil!
9. Generar expectativas reales
Al redactar una introducción, es necesario despertar la curiosidad del lector. La gente suele sentirse atraída por conocer nuevas cosas o saber más sobre algún tema de su interés.
Si logras presentar esto como una revelación que obtendrán al finalizar la lectura (y lo cumples, por supuesto), harás que el lector se sienta motivado por conocer dicha revelación o contenido.
Debes saber desarrollar todo el artículo con cautela, para no dar a conocer este elemento tan pronto. En la introducción puedes dar sólo un guiño, sin revelar mayores detalles.
10. Ayudar al lector a darse cuenta de qué está haciendo mal
No se trata de regañar o hacer sentir mal al lector, sino más bien de guiarlo para que se dé cuenta de en qué está fallando.
Todos, o al menos quienes buscamos respuestas en internet sobre algo en específico, lo hacemos porque queremos saber qué está fallando o qué estamos haciendo mal para que las cosas no funcionen.
El mostrarle algunos posibles errores de ejecución desde el apartado de introducción puede funcionar como un gancho, pues brindas un punto que puede hacer que se identifique con tu texto y quiera seguir leyendo para encontrar la solución, ¡justo lo que ofreces!
11. Aportar datos relevantes
Muchas veces, basta con brindar un dato duro en la introducción para provocar que el lector se quede a leer tu contenido.
Este elemento es fundamental al escribir una introducción, pues puedes presentar una realidad que resulte atractiva y sorprendente para quien está del otro lado de la pantalla.
Sin duda, brindar información precisa a veces es más atractivo que escribir una introducción llena de palabras, hasta cierto punto, sin sustento, basándonos solo en lo que creemos o hemos vivido.
Claramente, redactar y exponer nuestras experiencias es fundamental, pero no debes dejar de lado tampoco los datos relevantes dentro de la introducción.
12. Hablar al lector
A todos nos gusta sentirnos parte de un texto, o al menos sentir que quien escribe lo hizo pensando en nosotros y nuestras inquietudes o necesidades. Por ello, es muy importante que emplees, por ejemplo, preguntas retóricas.
Claramente, no podrá haber un intercambio de ideas como tal entre tú y él; sin embargo, estas preguntas pueden ayudar a que el lector las interiorice y piense un poco en ellas, haciendo que haya una reflexión.
Un buen momento para hacer uso de este recurso es al redactar la introducción, pues de esta manera, el lector se sentirá parte desde el inicio, lo cual puede servir para engancharlo y hacer que lea de inicio a fin.
13. Hacer referencia a autores reconocidos
Citar o parafrasear a autores con autoridad en la web te posibilitará aumentar tu credibilidad frente al lector, pues sabrá que tú también has investigado sobre el tema y no escribes sin bases.
No es necesario que introduzcas un montón de citas, basta con que hagas algún tipo de referencia hacia un personaje relevante. Pueden ser bloggers, investigadores, YouTuber; esto dependerá del tema que vayas a tratar y el público hacia el que te dirijas.
Asimismo, este punto te ayudará a tener presente la importancia de nutrirte sobre el tema antes de escribir sobre él, para generar un contenido con más relevancia y mucho más completo.
Recuerda que siempre es importante ofrecer más relevancia que cantidad. Y el sustentar lo que dices con personajes que tienen importancia en el ramo, ayudará a impulsar tu contenido y darle credibilidad también.
14. Usar el storytelling
El storytelling significa básicamente 'contar una historia', pero de una forma diferente; por ejemplo, empleando 'técnicas inspiradas en escritores y guionistas para transmitir un mensaje de forma inolvidable', de acuerdo con el sitio Rockcontent.
Así como brindar buen contenido y datos duros es importante, también lo es poner atención en la forma en la que desarrollamos dicho contenido.
Elaborar una buena introducción dependerá también de nuestra creatividad y, muchas veces, será determinante para que nuestro lector permanezca o nos abandone; de allí la importancia de emplear el storytelling.
Si hace un buen uso de esta técnica, es casi seguro que el lector se quede en tu sitio. Aunque el artículo o texto hable de cosas por demás abordadas, tu perspectiva será única y logrará renovar, en cierto sentido, el contenido.
No te desanimes si apenas vas empezando, pues no es una técnica que se aprenda de la noche a la mañana. Trata de esforzarte y verás que poco a poco irás mejorando en tus escritos y elaborando introducciones más llamativas.
Sólo es cuestión de que encuentres tu estilo y no pierdas de vista al lector al que te diriges. Pequeños pasos harán la diferencia poco a poco. Recuerda que nadie nació siendo exitoso; todo es cuestión de empezar a trabajar en lo que se necesita.
15. Evitar clichés
Hay cientos de frases hechas que se repiten tanto a lo largo de diferentes texto de cierto tema que, inconscientemente, las tenemos en mente y las identificamos casi enseguida.
Utilizar estas frases podría ponerte a la misma altura que tu competencia, por ejemplo, por eso es importante que trates de evitarlas. Pues los lectores no quieren más de lo mismo, quieren algo realmente diferente a aquello que les han vendido en demasía, pero no les ha funcionado.
Es difícil identificar a veces estas frases, pero si puedes hacerlo, evítalas. Eso pontenciazará tu contenido, al ofrecer algo diferente al resto.
Nadie quiere visitar cientos de páginas y encontrar el mismo contenido en todas ellas, sino realmente hallar información valiosa que ayude a resolver uno o varios problemas a los que te estés enfrentando actualmente.
Debes tener especial cuidado en lo hacer uso de estos al escribir la introducción, pues si el lector lo detecta en los primeros segundos, es probable que no permanezca mucho tiempo en tu sitio.
Esto no quiere decir que no debas cuidarlo también después, pues recuerda que aunque tengas o escribas la mejor de las introducciones, si tu contenido no es relevante en conjunto, perderás el interés de tu lector.
Uno de los clichés más usuales al redactar una introducción es comenzar escribiendo definiciones obtenidas a partir de diccionarios.
Esto no está mal; sin embargo, muchas veces puede no llamar la atención de tu lector, y mucho menos sorprenderlo, pues ya es un método bastante utilizado.
Trata de salirte de lo 'convencional' o lo común; apuesta por algo diferente. Incluso, podrías insertar alguna experiencia que hayas tenido sobre el tema, de manera breve.
Esto además de quitarle un poco de pesadez a la introducción, ayudará a que el lector se sienta un poco en confianza, al descubrir algo de ti. Solo pon atención, pues tampoco se trata de que te desvíes del tema de interés.
16. Crear una USP para tu texto
La USP (Unique Selling Position), de acuerdo con Tristán Elósegui, "es el motivo por el que compran nuestro producto antes que el de la competencia".
Es decir, la USP es aquel elemento que te diferencia del resto y que te ayudará, en este caso, a enganchar al lector.
¿Cómo puedes lograr esto? Poniéndote en la posición del otro; brindando información que para ti es importante y que marcó una diferencia, provocando que quieras darlo a conocer para ser de ayuda para otros.
La USP tiene el objetivo de sintetizar en apenas una frase por qué vale la pena tu artículo y presentarlo al lector de manera clara y precisa.
17. Distribuir bien los elementos en tu artículo
Si bien elaborar una buena introducción es clave para cualquier texto, no basta con eso para que tu contenido adquiera relevancia.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), en conjunto con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), publicó una encuesta sobre el uso de la tecnología en el hogar.
En esta se da cuenta de que los tres medios principales para la conexión de usuarios, durante 2019, fueron los siguientes: teléfono celular (95.6%); computadora portátil (33.2%) y computadora de escritorio (28.9%).
¿Por qué es relevante esta información? Porque la mayoría de los usuarios en la actualidad tiene acceso a los sitios por medio de sus teléfonos celulares, lo que quiere decir que, al estar frente a una pantalla relativamente pequeña, necesita que la información lo atrape desde el inicio para quedarse.
Por lo anterior, es muy importante que insertes las palabras clave al elaborar la introducción, para darle una idea clara al usuario acerca de lo que hallará si continúa leyendo tu artículo.
Conclusión
Ahora que te hemos dado estos consejos, es momento de que reflexiones sobre lo que estás haciendo bien o mal a la hora de redactar las introducciones de tus contenidos.
Pregúntate: ¿qué buscas generar a través de ellos? Este debe ser uno de tus puntos de partida, pues cada material requiere de ciertos elementos o lineamientos.
No todos los contenidos son iguales, pero en todos ellos hay algo que siempre es importante: redactar una buena introducción o entrada para atrapar al lector y convencerlo, inconscientemente -o quizás no tanto-, de que tu contenido vale la pena, para que quiera consumirlo.
Esperamos que este artículo sea de utilidad si llegaste hasta aquí preguntándote cómo redactar una buena introducción para despertar el interés de tus lectores, sin importar el contenido que te dediques a producir.
Fernanda Álvarez
Content Manager en Media Source. Apasionada de la escritura y el marketing, en pos de crear más y mejores piezas de contenido que ayuden a alcanzar objetivos específicos.