Los seres humanos aprenden y perciben las cosas de forma diferente y por distintos canales, por ello, existen distintos tipos de aprendizaje, que se adaptan a cada uno.
La idea de que el aprendizaje se da a través del estudio constante y por medio de la memoria está quedando en el pasado (¡gracias a Dios!) y ahora las personas son más abiertas en este sentido y son capaces de aprender de distintas maneras sin miedo alguno.
En este día te hablaré sobre los distintos tipos de aprendizaje que existen y las características de cada uno, así que quédate conmigo.
El aprendizaje, de manera resumida, hace referencia a la adquisición de conocimientos, valores, habilidades y actitudes. Los seres humanos nos podemos adaptar gracias a este proceso.
En esta ocasión, nos quedaremos solo con esta corta y concisa definición de lo que es el aprendizaje, pero si deseas conocer a profundidad este concepto, te invito a que le eches un vistazo al contenido: aprendizaje.
Vayamos directo, entonces, a lo que corresponde.
A lo largo del tiempo, muchos investigadores se han interesado en conocer cómo funciona nuestro cerebro y nuestra memoria en particular, para conocer cómo influyen la experiencia y la observación al momento de construir conocimiento y comenzar a modificar nuestras conductas.
A continuación, veremos las diferentes formas en que aprendemos los seres humanos.
Este tipo de aprendizaje se refiere a un proceso que se da de manera no intencional, es decir, el aprendiz no tiene consciencia de que está aprendiendo algo. Simplemente, a partir de esta adquisición de conocimiento, comienza a ejecutar una conducta diferente.
La mayoría de las cosas que aprendemos en realidad se da por medio del aprendizaje implícito. Un ejemplo de ello es cuando somos pequeños y comenzamos a hablar o a caminar.
El aprendizaje implícito fue el primero que existió y fue fundamental para la supervivencia humana. Las personas estamos en un constante aprendizaje implícito y eso nunca va a cambiar.
El supuesto básico de este tipo de aprendizaje es que las personas no somos conscientes de nuestros propios progresos y muchas veces somos incapaces de expresar lo aprendido. De acuerdo con Juan Ignacio Pozo, el aprendizaje implícito se da “cuando sabemos más de lo que podemos decir”.
Es decir, son aprendizajes que están en nosotros, que nos permiten llevar a cabo acciones, resolver problemas y adaptarnos a distintas circunstancias, pero no tenemos la capacidad de explicarlos.
En este tipo de aprendizaje, contrario a lo que sucede con el implícito, sí existe consciencia y una intención por parte de las personas.
Para que el proceso se dé de manera correcta se requiere de una atención sostenida y de un esfuerzo que siga a la intención de aprender. Por medio del aprendizaje explícito se pueden adquirir conocimientos y se puede asimilar información acerca de lugares, personas u objetos.
Cuando investigamos sobre algún concepto o tema para resolver problemas o hacer frente a exámenes o trabajos, estamos utilizando este tipo de aprendizaje. Siempre que llevamos a cabo este proceso también se está dando el aprendizaje explícito, aunque sea para memorizar aquellos datos o detalles que consideramos menos relevantes para tenerlos “en mente”.
Hay varios ejemplos de este tipo de aprendizaje, como el acto de leer este artículo. Tú lo estás haciendo con una intención de aprender y eres consciente de ello, así que estás llevando a cabo este proceso en este momento.
Tal como su nombre lo sugiere, este tipo de aprendizaje consiste en establecer una relación entre dos estímulos o un estímulo y un comportamiento.
Un ejemplo es cuando aprendemos las tablas de multiplicar. ¿Cuántos de nosotros aprendimos las tablas por medio de una canción? Seguro que muchos y esto tiene una razón de ser: es mucho más fácil que se dé el aprendizaje si se hace un repaso con una canción, porque el cerebro crea asociaciones y es mucho más probable que retengamos la información.
Reforzar una lectura o emplear elementos visuales o audiovisuales durante el aprendizaje puede ser muy útil para las personas. El aprendizaje asociativo parte de la idea de que se da a través de una asociación entre un estímulo y un comportamiento preciso.
Este tipo de aprendizaje fue puesto a prueba por primera vez por Iván Pávlov, quien realizó algunos experimentos con perros y se percató de que, al ponerles comida, estos salivaban. Por ello, cada vez que les ponía comida, hacía sonar una campana.
De este modo, cuando el perro la oía, creaba una asociación entre el sonido y la comida y salivaba. El perro daba una respuesta (la salivación) a un estímulo (la campana). Así, siempre que la escuchaba, sin importar si había comida o no, empezaba a salivar.
El aprendizaje no asociativo se da cuando existe un cambio permanente en la conducta de una persona en cuanto a la respuesta frente a un estímulo, debido a la exposición repetida y prolongada al mismo.
Un ejemplo de este tipo de aprendizaje es cuando vivimos en un lugar en el que continuamente hay ruido (de autos o fiestas) que nos molesta o no nos deja descansar, pero con el paso del tiempo nos habituamos a estos ruidos y ya ni siquiera los percibimos.
Este tipo de aprendizaje es uno de los más simples que existen y se da por medio de dos procesos: la habituación o la sensibilización, mismos que son complementarios y opuestos.
La habituación se puede definir como aquel proceso de aprendizaje en que la respuesta innata de las personas ante un estímulo disminuye al estar expuesto de forma constante a este. Es decir, entre más veces recibe el estímulo, menos tendencia tiene a responder a él, debido a que se acostumbra.
Este tipo de proceso se puede dar ante cualquier tipo de estímulo, ya sea físico o mental.
Es el proceso opuesto a la habituación. Cuando se produce, la respuesta frente al estímulo incrementa en intensidad al estar expuesto continuamente a él.
Un ejemplo de sensibilización son las alarmas. Los despertadores fueron hechos para que no podamos habituarnos a su sonido porque, de no ser así, podríamos continuar durmiendo sin problema.
Es debido a esta sensibilización que cada que lo escuchamos por la mañana, lejos de acostumbrarnos, nos molesta, volviéndonos más sensibles a su sonido. Claro que esto no aplica para todos, pero la tendencia es hacia esta respuesta.
Se caracteriza porque las personas recogen la información, la seleccionan, la organización y establecen una relación entre los datos nuevos y todo el conocimiento que poseen.
En este tipo de aprendizaje también influyen las experiencias vividas, la motivación, las creencias de cada persona sobre lo que es importante, entre otros factores.
Con esto, se debe lograr dotar al nuevo conocimiento de un sentido único para que se vuelva realmente significativo e impacte en la vida de la persona que realiza este proceso.
En otras palabras, el aprendizaje significativo se da cuando nueva información “conecta” con algún concepto relevante preexistente en la estructura cognitiva de las personas.
Para que se dé este tipo de aprendizaje, el contenido tiene que ser potencialmente significativo en dos aspectos:
Es uno de los aprendizajes más enriquecedores, ya que es mucho más fácil que las personas interioricen los conocimientos cuando estos tienen que ver con su vida y con sus experiencias.
El aprendizaje cooperativo, como lo señala su nombre, permite que las personas lleven a cabo este proceso, pero no de forma individual, sino junto con otras personas.
En las empresas suele darse en grupos de no más de cuatro o cinco personas y este debe ser presidido por alguien más que fungirá como guía y determinará el rol y las funciones de cada integrante.
Este tipo de aprendizaje presupone un nivel de capacidad igualitaria y se puede emplear en distintos contextos.
Aquí quien esté al mando debe dar ciertas pautas a cumplir y los miembros del equipo tienen que dividirse las tareas para alcanzar el objetivo que se les ha puesto. Una de las ventajas del aprendizaje cooperativo es que se aprenden habilidades organizativas, que son clave para trabajar en equipo.
El aprendizaje colaborativo es parecido al aprendizaje cooperativo, pero va un paso más allá, ya que toma en cuenta que existen diferencias individuales entre las personas, por lo que busca poner el talento en común, con el fin de obtener mejores resultados.
Cada uno de los miembros del grupo no solo es responsable de su aprendizaje, sino que debe ayudar a los demás durante el proceso, logrando crear una atmósfera de unidad y de logro.
Este tipo de aprendizaje tiene muchas ventajas. Algunas de ellas son que:
La importancia del aprendizaje colaborativo radica en el grado de influencia que tiene la interacción durante el proceso cognitivo y de aprendizaje de las personas.
A través de él, se busca incentivar la colaboración entre individuos, con el fin de conocer, compartir y ampliar el conocimiento o información que cada uno posee sobre determinado tema.
Dentro de las empresas, por ejemplo, permite que se puedan crear proyectos con mucho valor que ayuden a marcar una diferencia frente a la competencia.
El aprendizaje emocional es un proceso a través del cual las personas adquieren conocimientos, actitudes y habilidades útiles para reconocer y manejar las emociones tanto propias como ajenas.
Tiene como fin conocer y gestionar las emociones de forma eficiente y desarrollar responsabilidad para saber manejar los distintos desafíos que se pudieran presentar en los distintos ámbitos de su vida.
Este tipo de aprendizaje brinda varios beneficios a nivel psicológico y mental, ya que repercute de forma positiva en el bienestar de las personas, sus relaciones interpersonales y las ayuda en su desarrollo personal y profesional.
Adquirir inteligencia emocional ayuda a evitar que el sentimiento de angustia interfiera en las facultades racionales, a comprender mejor los sentimientos de las demás personas, a tolerar estados de presión o estrés y a controlar impulsos y poder trabajar mejor en equipo, adoptando una actitud de empatía.
Este tipo de aprendizaje, también conocido como vicario, se da como resultado de la contemplación de conductas de otros seres vivos (no solo de personas) y de las consecuencias de las mismas.
La característica principal de este aprendizaje es que se da sin que exista un proceso de condicionamiento clásico, pero sí es importante la presencia de una figura de autoridad en la que la persona se fije, como el padre, un mentor, un amigo, o algún otro ser vivo.
El aprendizaje observacional se puede dar incluso cuando ni el “modelo” ni la persona receptora son conscientes de lo que está sucediendo.
De acuerdo con Albert Bandura, un psicólogo canadiense que fue de los primeros en identificar y explicar este tipo de aprendizaje, para que este proceso se dé, es necesario completar cuatro estadios:
Estos cuatro procesos están interrelacionados y son esenciales para que el aprendizaje observacional se dé de forma adecuada.
Este tipo de aprendizaje, como lo indica su nombre, se produce como fruto de la experiencia.
Es uno de los mejores métodos de aprendizaje, ya que se da a partir de las vivencias de cada persona, por lo que es mucho más fácil que lo aprendido permanezca en la memoria de los sujetos.
Las situaciones deben estar siempre acompañadas de la reflexión para que el proceso de aprendizaje sea un acto consciente y se pueda pensar seriamente en lo que se ha experimentado y aprendido.
En este tipo de aprendizaje las personas tienen un rol activo, tanto en la vivencia como en la reflexión posterior. Este proceso permite generar aprendizajes vivos, reales y duraderos.
El aprendizaje experiencial es muy útil cuando se quiere fomentar o fortalecer la autonomía, la responsabilidad, la inclusión y la cooperación de las personas. Consta de cuatro etapas:
Experiencia concreta
Es el comienzo del proceso. Aquí las personas deben involucrarse en una actividad determinada de manera consciente y voluntaria, ya sea de forma individual o en grupo.
Reflexión
En esta etapa, los individuos deben dedicarse a observar lo que realizaron en la fase anterior. Se trata de que formulen preguntas y compartan opiniones para que haya una retroalimentación y un enriquecimiento durante el proceso.
Conceptualización
Aquí ya se debe procesar toda la información recibida y se recurre a teorías o estudios para profundizar sobre el tema en cuestión. Las teorías tienen que apoyar toda la información que se obtuvo en la segunda fase.
Aplicación
En la etapa final, las personas tienen que reflexionar sobre la aplicación de los conocimientos adquiridos. De esta forma, será consciente de para qué le sirve el conocimiento que adquirió y dónde puede ponerlo en práctica para fortalecerlo e interiorizarlo todavía a mayor profundidad.
El aprendizaje memorístico se caracteriza por implicar una retención de información del modo más exacto y literal posible, sin que exista un proceso de interpretación que ayude a establecer una relación entre lo que se desea aprender y lo que ya se sabe.
Este tipo de aprendizaje privilegia la exactitud por encima de la flexibilidad, por lo que demanda un esfuerzo consciente por recordar algo, además de una adecuada gestión de la atención para que otros recuerdos o estímulos no se mezclen con la experiencia de la memorización.
Funciona de una forma contraria al aprendizaje significativo pues, mientras el memorístico busca ser lo más fiel posible a la información con la que entramos en contacto, el significativo busca que desarrollemos una red que conceptos para que podamos interpretar los datos y la información que recibimos.
El aprendizaje memorístico consiste en aprender y fijar en la memoria distintos conceptos, aunque estos ni siquiera sean comprendidos por la persona que lleva a cabo este proceso. Implica solamente una acción repetitiva y mecánica.
El aprendizaje por descubrimiento se puede dar a través de distintas formas; cada una de ellas se enfoca en lograr diferentes objetivos y potenciar distintos niveles de capacidades cognitivas en las personas.
Los métodos son los siguientes:
Este tipo de aprendizaje busca que las personas vayan construyendo su propio conocimiento, es decir, se van realizando asociaciones y relaciones entre conceptos y adaptándolas a su esquema cognitivo.
Supone un cambio en el paradigma tradicional de los métodos de aprendizaje, debido a que los contenidos no tienen que mostrarse en su forma final, sino que estos deben ser descubiertos de forma progresiva por las personas.
Debido al proceso que implica, debe existir una curiosidad por parte de los individuos para poder poner en práctica este tipo de aprendizaje.
El aprendizaje receptivo es la base del sistema educacional actual, aunque se ha intentado cambiar en los últimos años. Este método de aprendizaje se centra en las personas que fungen como guía.
Se trata de que los individuos únicamente reciban información ya digerida por parte de quienes están al frente de una empresa o institución educativa y lo único que tienen que hacer es absorber los datos que se le presentan, por lo que no implica ningún esfuerzo para el receptor.
Guarda cierta relación con el aprendizaje memorístico, ya que los individuos tienen un papel pasivo y normalmente no logran relacionar la nueva información con lo que sabían previamente, por lo que lo único que hacen es interiorizarla al exponerse una y otra vez a ella.
Debido a lo anterior, el aprendizaje receptivo suele ser superficial y olvidarse a corto o mediano plazo. Asimismo, tiende a ser un proceso tedioso, lo que puede provocar que no se quiera seguir por ese camino a la hora de adquirir nuevos conocimientos, sobre todo en la etapa escolar.
Además, al presentar toda la información ya digerida, este tipo de aprendizaje no permite que las personas puedan desarrollar sus habilidades ni adquirir destrezas necesarias para la vida diaria.
Todos los tipos de aprendizaje tienen ventajas y desventajas, como hemos podido ver a lo largo del presente artículo. En realidad, la clave está en experimentar con ellos e identificar cuál o cuáles nos funcionan mejor en nuestro día a día.
El aprendizaje es un proceso continuo, que no está circunscrito a un periodo específico de la vida, y se debe basar en nuestras habilidades y nuestras necesidades en los diferentes contextos: familiar, social y laboral.
No se trata solo de un cúmulo de conocimientos, sino que es clave en la calidad de vida de las personas, pues se traduce en el desarrollo social, político y económico de un país y tiene un papel importante también en el desarrollo de una empresa y de las personas.