La pandemia ha venido a potencializar la importancia de tener presencia online sin importar el giro de nuestro negocio, pero eso también trae aspectos e incógnitas como la que voy a abordar en esta ocasión.
Contar con un sitio web es muy importante, pero también lo es hacer un buen manejo de él y dotarlo de todo lo necesario para informar a tus clientes ideales o prospectos sobre aquello que desean conocer y ofrecerles una buena navegación.
Esto, por supuesto, conlleva tiempo y requiere experiencia para comunicar efectivamente aquello que queremos para obtener resultados, lo que lleva al punto que voy a tratar en este artículo.
Un sitio web necesita contenidos para poder informar a tu audiencia, educarla y darles las respuestas que están buscando para llegar a la transacción final.
Sin embargo, no todas las empresas cuentan con expertos en este tema, por lo que recurren a personas externas y surge la pregunta… ¿qué es mejor: contratar un redactor freelance o a una agencia? ¿Qué ventajas y desventajas tiene cada uno?
Si es tu caso, no tienes que buscar más porque aquí voy a responder todas las preguntas que tienes al respecto. Al final, vas a saber cuál es la mejor opción para ti y por qué.
Así que… ¡vayamos al tema!
Si has llegado a este artículo es porque eres consciente de que el contenido es necesario para la mayoría de empresas, y es normal que tengas dudas sobre qué camino elegir, por eso quiero poner sobre la mesa las ventajas y desventajas de ambas opciones.
Checa lo que sigue y conoce cuál de ellas se adapta más a ti y a lo que necesitas para que tomes la mejor decisión.
Esta opción suele ser una de las más atractivas para los negocios, debido a los puntos que se tocarán a continuación.
Los redactores freelance cobran mucho menos que las agencias por sus servicios, debido a que no tienes que pagar múltiples sueldos y todo lo que reciben va directamente para ellos.
Las tarifas generalmente son por hora o por proyecto, por lo que no vas a pagar el tiempo de inactividad y los puedes contratar únicamente en el momento en que lo necesites.
Si estás buscando a una persona con conocimientos en una industria o algún tema en particular, existen diferentes plataformas, como Workana, en la que puedes subir tu proyecto, es decir, lo que deseas, para recibir postulaciones y optar por el mejor perfil.
De esta manera, según los temas a tratar, puedes contratar diferentes redactores freelance y obtener productos profesionales sin tener contratos determinados con una organización o agencia.
Con un redactor freelance, no tienes que preocuparte por el reclutamiento prolongado, realización de entrevistas, contratos, despidos y demás gestiones de por medio que están llenas de papeleos y que quitan tiempo.
Los creadores de contenido autónomos son personas que trabajan únicamente a corto plazo contigo si así lo deseas o por proyecto. Solo se convierten en algo a largo plazo si así lo acuerdan ambas partes.
¿Cuántas veces no has llamado a una empresa y tardas mucho tiempo en dar con aquella persona que deseas hablar; en este caso, el encargado de redactar los contenidos o de crear las estrategias? Estoy segura de que muchas.
Esto no sucede con los redactores freelance porque el contacto es directo y, siempre y cuando sea hora laboral, vas a poder ponerte en contacto con él y externar tus dudas o aquella que deseas obtener con su trabajo.
Esto, en cierto punto, agiliza el proceso y ayuda a que cada parte obtenga aquello que espera al finalizar el proyecto.
Todo lo previo suena bastante bien, ¿no? Pero, como todo, también hay partes no tan positivas, por lo que es importante que las tengas en cuenta a la hora de tomar esta importante decisión.
Si tu proyecto es extenso y requieres, por ejemplo, 20 mil palabras, es obvio que el redactor freelance no va a entregarlo en 3 o 10 días.
Por más expertos que sean, tienes que ser consciente de que no eres el único cliente y, por tanto, suelen demorar más que una agencia en entregar los contenidos o el material pactado.
Si tu pedido es urgente, un redactor freelance no es la mejor opción.
Asimismo, otro de los escenarios que pueden presentarse en relación con el tiempo, es que el redactor se enferme o no se sienta bien, retrasando tu proyecto. Esto difícilmente ocurre con una agencia, pues generalmente cuentan con más de una persona en el área de contenido.
Es difícil acabar con este mal, sobre todo, cuando se trata de redactores freelance, quienes suelen tener varios proyectos al mismo tiempo, lo que hace que se complique su agenda y que opten por malas prácticas.
Ojo: no quiero decir que todos lo hagan, pero sí suele darse más esta mala práctica en los servicios freelance.
Esto repercutirá en tus objetivos, pues los buscadores detectan los contenidos duplicados y sancionan, en cierta medida, a las páginas que tienen estas características, por lo que debes tener cuidado y no confiarte demasiado.
Además, por supuesto, no tienes ninguna garantía de reembolso, por lo que podrías terminar gastando de más.
Este punto va de la mano con el número 1, que tiene que ver con el tiempo de entrega y los retrasos.
Un redactor freelance, evidentemente, no tiene apoyo de alguien más como sí sucede con empresa dedicadas a la creación de contenido, donde cuentan con más de un responsable del área, por lo que, en caso de que la persona a cargo enferme o no se presente, la otra puede cubrirla y responder en los tiempos pactados.
Las situaciones que pueden afectar el tiempo de entrega pueden ser demasiado diversas, por lo que quienes contraten el servicio deben ser conscientes de que podrían no recibir los productos en tiempo y forma y no tienen a quién reclamar más que al redactor.
Además, no suele haber contrato, así que no hay gran cosa que hacer en este aspecto.
Otra de las grandes desventajas de los redactores freelance es que la mayoría se enfoca en áreas determinadas, por lo que, dependiendo del contenido que quieras producir, tendrás que emplear a uno u otro, teniendo que estar intercalando estilos en tu sitio web.
Esto puede ser contraproducente porque implica dedicar más tiempo a la búsqueda de redactores según el tipo de material o de contenido que necesitas, sin que puedas establecerte con un solo trabajador.
Una buena redacción es clave para crear contenidos, pero no es suficiente para que los contenidos o los productos finales sean funcionales, por lo que debes prestar atención al perfil.
Tener conocimientos básicos sobre SEO (Search Engine Optimization) puede no bastar y si ni tú ni el redactor freelance tienen claro el rumbo de lo que se está trabajando, lo más probable es que todo lo hecho sea en vano y pierdas tiempo y dinero.
Debes tener en cuenta que una buena estrategia conlleva muchas cosas, como buena redacción, elección correcta de temas y palabras clave, promoción de artículos, análisis, etc.
Ahora que tenemos definidos los puntos a favor y los puntos en contra de un redactor freelance, vayamos a la otra opción que compete a este artículo: las agencias.
Pensar en la contratación de una agencia puede significar un dolor de cabeza porque hay muchas y, además, suelen significar un desembolso mayor de dinero y esto no suele gustar mucho a los empresarios.
Sin embargo, como en todos los demás productos y servicios, se tiene que ir más allá del factor económico y comprender el porqué del costo para saber si vale la pena la inversión o no.
Para que puedas tomar una decisión mucho más enfocada y sepas si te conviene o no una agencia de contenido, checa los puntos positivos de trabajar codo a codo con una.
Las agencias suelen contar con un equipo de redactores contratados o subcontratados para poder realizar los contenidos en un tiempo mucho más rápido y efectivo.
Incluso, suelen generarlos con anticipación para tener espacio para comentarios o correcciones antes de la publicación de los mismos, obteniendo productos de mayor calidad.
Aquí, a diferencia del redactor freelance, sí suele haber contratos de por medio, por lo que se tienen que respetar los plazos pactados con anterioridad, con lo que el contratante puede tener la certeza de que va a recibir los productos en tiempo y forma.
Al contar con un grupo de especialistas en distintas áreas, no solo ofrecen el producto final, sino que se diseña toda una estrategia para que los resultados lleguen en un tiempo determinado.
Los elementos del equipo suelen poseer formación en cuestiones de SEO, lo que es vital para que el contenido despegue y no se quede solo como algo bonito o bien hecho, sino que llegue a quienes tiene que llegar.
Si bien el trabajo sigue siendo en conjunto cliente–agencia, las empresas suelen realizar propuestas efectivas para que los productos finales no solo correspondan con lo deseado por el cliente, sino que funcionen.
Esto ayuda a los clientes cuando tienen poca o nula experiencia en el tema, haciendo que sea una buena inversión y no un gasto.
Seguro ya lo sabes, pero nunca está de más volver a mencionarlo: de nada sirve emprender acciones si no se realiza un seguimiento de los resultados que se están obteniendo a partir de las mismas.
Esto es clave para saber qué está funcionando y qué no y así puedas decidir si seguir por el mismo camino o cambiar las estrategias para acercarte mucho más a lo que realmente buscas.
Una agencia suele contar con diferentes tipos de creadores de contenido, por lo que es probable que puedas obtener productos de distintas áreas y con la misma calidad.
Si, por ejemplo, tu empresa tiene públicos objetivo diferentes y deseas producir contenido para cada uno de ellos, solo debes mencionarlo a la empresa con la que trabajes y esta te presentará estrategias u opciones para desarrollar cada una de las áreas que deseas abarcar.
Asimismo, no únicamente vas a recibir material escrito, sino que también cuentan con expertos en diseño, en redes sociales, entre otras, por lo que tus estrategias serán mucho más completas y tendrás mayores posibilidades de conseguir resultados.
Conforme se pone en marcha la estrategia de contenido, los clientes pueden recibir mucha más información acerca de su público objetivo.
A través de la interacción con los materiales, comentarios, sugerencias y demás, reciben retroalimentación para poder crear futuros planes de contenido o de promoción mucho más personalizados.
Trabajar de la mano con una agencia ayuda a que los clientes conozcan mucho más a los usuarios que interactúan con su marca, pues existe un trabajo detrás, como la construcción de buyer persona (cliente ideal) y el análisis de los datos.
Las agencias suelen contar con diferentes herramientas de posicionamiento web, diseño y demás que no son económicas, y que emplean para realizar un mejor trabajo para sus clientes.
Aunque no van a estar como tal a tu disposición, porque no vas a poder utilizarlas, sí te van a beneficiar y, por tanto, te vas a ahorrar un buen dinero en la adquisición de las mismas y también tiempo porque no es necesario que aprendas a usarlas.
Los expertos a cargo las saben manejar, así que únicamente vas a tener que ser paciente para comenzar a ver resultados a partir de la creación de contenido y de las estrategias puestas en marcha.
Por supuesto, no todo es miel sobre hojuelas, por lo que, antes de tomar una decisión, déjame hablarte del lado no tan bueno de trabajar con una agencia para producir contenido.
Sí, una agencia es más cara en cuestión económica, porque no está conformada por una o dos personas sino muchas más y tiene que cubrir el salario de cada uno de quienes trabajan para ofrecer resultados a los clientes.
A diferencia de un redactor freelance, las agencias cuentan con redactores, diseñadores, especialistas en redes sociales y en SEO, entre otros profesionales, dependiendo del giro de la empresa en cuestión.
Sin embargo, muchas veces bien vale la pena dejar la cuestión del dinero de lado porque las ventajas superan con creces este factor.
Como siempre, esto va a depender de tu proyecto, lo que esperas de él y de qué tanto estás dispuesto a invertir en él o qué tanto puedes hacerlo.
Las agencias, al subcontratar redactores, pueden tener ciertas deficiencias en los productos finales, ya que muchas suelen no dar lo que corresponde o lo que realmente vale el trabajo que hacen los redactores.
Esto puede repercutir en el desempeño de los trabajadores y, por ende, podría estar en riesgo la calidad que vas a recibir con una agencia.
En cambio, un redactor freelance se queda casi con el cien por ciento de lo que tú le pagas (quitando solo un pequeño porcentaje de comisión de la plataforma que se utilice para realizar el contacto), lo que puede ser un motivante para que haga un buen trabajo.
Si no existe esa ambición por dar lo mejor para conseguir más y más trabajo, el entusiasmo puede no ser tan grande, por lo que con el paso del tiempo podría irse desanimando y entregar artículos con deficiencias.
Las desventajas son relativamente pocas y la que realmente hace más eco en las personas que están decidiendo si optar por un redactor freelance o una agencia, es el tema del presupuesto.
Sin duda, es un factor clave porque si no se tienen los recursos, por más que se desee hacer un buen trabajo e invertir, no se puede y tienes que buscar otras alternativas.
Sé que la respuesta no te va a gustar, pero… DEPENDE. Sí, siempre va a depender de lo que deseas obtener a partir de un servicio, de tu idea de resultados y, por supuesto, de la cantidad con la que cuentas para invertir.
Un redactor freelance puede ser una excelente opción, porque es mucho más económico y puede ser eventual, pero tienes que tener en cuenta que muchas veces no son expertos más que en redacción –y luego ni eso–, por lo que puede no ser tan funcional si no tienes una estrategia profesional.
En varias ocasiones, me he encontrado con publicaciones donde buscan redactores. Todo bien hasta aquí, pero cuando contactas para participar en el proyecto, resulta que la persona detrás está perdida.
Quiere un contenido corto para abordar un tema demasiado extenso, cuya competencia en la palabra clave es sumamente alta, por lo que un artículo de 500-1000 palabras se iría directo a la basura: NUNCA va a posicionar y, por tanto, no va a tener resultados.
Esto pueden o no decírtelo. Quizás encuentres a verdaderos profesionales que sean sinceros, pero habrá quienes solo busquen ganarse el pan de cada día (no está mal) y van a aceptar, aun sabiendo que no va a servir.
Ante esto, lo que te puedo recomendar es que te asesores bien con especialistas para realizar propuestas de artículos o contenidos ya bien enfocados y con las características específicas.
Si cuentas con equipo de expertos y solo te falta el elemento que produzca material o contenido, lo mejor que puedes hacer es optar por un redactor freelance.
En cambio, si estás en cero y no cuentas con expertos en temas de estrategia, métricas y demás, mi recomendación es que optes por una agencia que realmente va a hacer un buen manejo de tu inversión y, a la larga, va a dar resultados.
Aquí no hay decisiones buenas o malas. Los redactores freelance son una excelente opción y las agencias también.
Más bien se trata de ver ¿qué estás buscando? ¿Qué resultados esperas obtener? ¿Tienes experiencia en el ámbito de los contenidos, posicionamiento y demás temas abordados en este artículo?
Un contenido aunque sea brillante y esté perfectamente redactado NO VA A SERVIR si no está diseñado para posicionarse y tampoco si no hay una estrategia más allá de la producción de artículos.
Espero que después de leer este artículo, tengas mucho más claro cuál es la opción adecuada para ti.
Asimismo, me gustaría hacer énfasis en algo: esta es una opinión personal, por lo que, con base en tus experiencias y demás, puedes o no estar de acuerdo con la información presentada.
Lo único que sí es importante que sepas es que fui lo más sincera posible para ayudarte a tomar la mejor decisión sin ninguna pretensión.