Dentro del universo del marketing es común que haya términos confusos, sobre todo, cuando se habla de estrategias, técnicas o metodologías y dos de los más comunes son el inbound marketing y marketing de contenidos.
¿Son lo mismo? ¿Puede darse uno sin el otro? Eso y más voy a resolver en este post, de las diferencias clave entre inbound marketing y marketing de contenidos.
Así que vayamos a ver a qué se refiere cada concepto, en qué son similares y en qué son diferentes para tener un panorama claro.
El inbound marketing, tal como lo conocemos actualmente, surgió en 2006 y los primeros en mencionar este concepto fueron Brian Halligan y Dharmesh Shah, fundadores de HubSpot.
El inbound marketing es una metodología cuyo objetivo es atraer a los clientes y convencerlos de que ellos busquen a las empresas, en vez de bombardearlos con mensajes típicos del marketing tradicional.
Se trata de seducir a los clientes ideales y acompañarlos durante todo el camino, desde el primer contacto, hasta que compran y se vuelven fieles a una marca. El proceso consiste en atraer tráfico, convertirlos en leads y después, en clientes.
Por otro lado, el marketing de contenidos es una técnica de marketing, que consiste en crear contenido valioso y relevante y distribuirlo para atraer a posibles clientes y lograr que se conviertan en clientes.
A través del marketing de contenidos, se aporta valor gratuito a los usuarios, con el fin de que esa inversión se recupere con el paso de los meses.
El inbound marketing llegó para acabar con los anuncios intrusivos.
A través del inbound marketing, se crea contacto a partir de la comprensión de los puntos débiles de la audiencia y brindando soluciones.
Así es posible acotar aún más la estrategia de participación, creando personajes de marketing y dando contenido relevante y personalizado.
El marketing de contenidos se enfoca en una audiencia mucho más amplia y por eso suele mantener un tono más general, por ejemplo, en los sitios web.
Tanto el contenido personalizado como el general pueden estar en el mismo espacio, pero siempre se debe tener bien claro el objetivo de cada uno para optimizarlo con base en ello.
El marketing de contenidos es columna vertebral del inbound marketing, pero no es todo.
También entran en juego estrategias como SEO, publicidad digital, optimización de las conversiones, redes sociales, email marketing y mucho más.
Si quieres optar por el inbound marketing, debes tener listo lo siguiente:
Claro que puedes ejecutar una estrategia de marketing de contenidos por sí sola. Sin embargo, no se puede tener un enfoque multicanal, sino que se debe monitorear el desempeño de cada pieza de manera independiente.
Si quieres escribir contenido y subirlo a tu sitio, es válido, pero solo estarías haciendo la mitad del trabajo.
Es como ir al médico para que te diga qué tienes, pero sin que te recetara un tratamiento para curar los síntomas.
El marketing de contenido es solo una pieza de una estrategia completa de inbound.
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En Inbound marketing, se usan mensajes personalizados y, por ello, se suelen emplear técnicas de posicionamiento más amplias.
Esta metodología da espacio para que se puedan tratar varios temas al mismo tiempo y que se distribuyan a través de diferentes canales activos.
Por lo general, se segmentan las diferentes audiencias y se crea contenido para ellas, mismo que se da a conocer por diferentes plataformas: blog, redes sociales, email, etc.
Por ejemplo, hay empresas que tienen diferentes nichos, como marketeros, vendedores y directivos y se debe crear contenido para blog cada uno de ellos, con el fin de convertirlos.
En el marketing de contenido es menos probable que se emplee una táctica de distribución a gran escala con contenido personalizado para cada grupo de audiencia.
Por lo general, suele enfocarse en pocos temas para una única audiencia.
Por ejemplo, si envías correos electrónicos a tu lista completa de suscriptores sobre los mismos temas, lo más probable es que estés llevando una marca centrada en content marketing y no en inbound.
El inbound marketing es prácticamente sinónimo de marketing de conversión. Sus objetivos son muy claros y específicos:
Dentro de esta metodología, hay dos tipos de conversiones:
Gran parte de las tácticas del marketing de contenidos se basa en objetivos multifacéticos orientados a la gestión de relaciones y la participación del cliente. Además, se da prioridad al aumento de tráfico.
Para ello, se debe optimizar cada pieza que se crea y se comparte, dependiendo de la meta principal, que puede ser:
El proceso del inbound marketing es más complejo y lleva más tiempo que el marketing de contenidos, pues se debe crear todo un entorno centrado en los clientes para generar leads de primera calidad.
Para esto, se deben tomar en cuenta pasos clave, como:
Una vez hecho lo anterior, se debe dar seguimiento para saber qué funciona y qué no y, en caso de ser necesario, realizar ajustes sobre la marcha para potenciar los resultados.
Diré algo obvio pero necesario: el content marketing se centra mucho en la creación de contenidos.
Por ello, el proceso aunque sigue siendo complejo y requiere calidad, es un poco más sencillo.
Las personas y la investigación son parte de esto, pero la generación de prospectos está solo como enfoque secundario.
El proceso se debe centrar en crear y proporcionar contenido relevante y distribuirlo entre las audiencias correctas.
Es simplemente un paso dentro del inbound marketing.
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Ahora que he explicado en detalle las principales diferencias entre inbound y marketing de contenidos, déjame hacer un pequeño resumen de las mismas para que no haya espacio para dudas.
El content marketing es una de las estrategias que forman parte del inbound marketing, pues este último utiliza los contenidos para atraer a potenciales clientes y guiarlos durante su proceso de decisión.
Sin embargo, el contenido no es lo único; también se emplea email marketing, social media, etc.
El marketing de contenidos no es por sí mismo inbound marketing. Siempre va a depender de la manera en que se utilice.
Se puede realizar marketing de contenidos desde una perspectiva más tradicional y no está mal. No siempre debe ser a partir de un enfoque inbound.
Por ejemplo, el email marketing masivo implica marketing de contenido, pero no es a través de la metodología inbound, pues es intrusivo.
Mientras que el inbound marketing se tiene que ocupar de todo el proceso que implica guiar a los clientes a lo largo del embudo de ventas (desde la atracción hasta la conversión), el marketing de contenidos no.
Simplemente puede ayudar en algunas etapas de ese camino, por ejemplo, la captación de los clientes o el proceso de decisión. Sin embargo, no debe usarse en todas las fases.
El marketing de contenidos es muy bueno para atraer tráfico web o dar empuje a través de redes sociales, pero por sí mismo no puede convertir a los visitantes en clientes.
Para conseguirlo, se tienen que emplear otras herramientas, como email marketing, SEO, SEM, formularios, etc.
Estas son las principales diferencias (resumidas) entre inbound marketing y marketing de contenidos.
Como hemos visto, el inbound marketing y el marketing de contenidos tienen muchos puntos de diferencia, pero también pueden funcionar en conjunto de manera efectiva si se tiene una estrategia definida.
El content marketing se toma, la mayoría de veces, como parte de una estrategia inbound más amplia, pero se debe buscar una alineación más fuerte entre marketing y ventas a través de estas dos armas.
Aprender a utilizar el inbound y el contenido online con objetivos bien aterrizados y empresariales más amplios puede generar retornos a largo plazo.