Alguna vez te has preguntado ¿qué es lo que hace realmente impactante un diseño? ¿Serán los colores y las imágenes? ¿Las tipografías? Todo tiene que ver realmente con el diseño y su composición visual.
Todos los elementos dentro de un diseño son muy importantes, pero no puedes dejar fuera lo que da orden a las cosas que vemos dentro de un diseño: la composición.
La mayoría de personas sabe reconocer cuando una imagen o un diseño está muy cargado de elementos, pero rara vez puede identificar exactamente qué les gusta cuando ven una imagen.
Dentro del marketing y la publicidad es aún más importante el tema del diseño y su composición visual, pues mediante ella se pueden conseguir mejores resultados para enviar los mensajes directamente a la mente y al inconsciente del consumidor.
Pero...
En todos lados escuchamos hablar de la composición. En todos lados hay algo que "compone o integra", pero en el diseño y las artes visuales es de las primeras cosas en las que tenemos que pensar para imaginar "cómo se va a componer la imagen resultante del diseño".
Hablar de diseño y su composición visual es referirnos a diversas técnicas. En pocas palabras, es la distribución y disposición de todos los elementos que utilizamos dentro del diseño para transmitir eficientemente un mensaje.
Para poder imaginar la distribución del diseño, es necesario primero conocer los elementos que se utilizarán. Claro, una vez que ya se hizo todo el proceso previo de reconocimiento del público, mensaje y sus necesidades.
Cuando se tienen los elementos a utilizar, se debe planear la composición.
Crear una composición siempre requiere jugar con los elementos que la conforman.
Esto se debe a que se pueden conseguir diferentes resultados y efectos según el peso que se le da a cada elemento.
Si bien no hay normas universales en este sentido, sí hay ciertas directrices que son mejor aceptadas por los expertos, y son las siguientes:
Para llevar a cabo todo esto, los diseñadores nos basamos en ciertos criterios para lograr las mejores composiciones dentro de los diseños.
También conocida como "maquetación", es el momento en el que el diseñador se encarga de organizar los elementos dentro del espacio.
Los elementos del diseño pueden ser gráficos, multimedia, texto e incluso espacios en blanco.
Para poder saber exactamente cuál será la distribución de los elementos, es necesario conocer el objetivo del diseño y para qué medio se utilizará.
Cuando se trata, por ejemplo, de un banner, la distribución debe cambiar por las medidas de impresión; en cambio, cuando es algo digital, no se debe tener en cuenta eso.
La diagramación es algo que en un principio resulta lento, pero conforme se adquiere más práctica, lo comienzas a hacer de manera inmediata, solo con conocer la marca, el producto, el medio, el objetivo y los elementos.
El espacio es considerado como un elemento de gran valor dentro de un diseño, pues es el área que queda entre un elemento y otro.
Cuando se colocan los elementos, se piensa a qué distancia quedará uno del otro, ahí es en donde tomamos en cuenta el espacio.
Pero, ¿cuáles son los beneficios del espacio?
La simetría es el equilibrio en el diseño.
Un ejemplo muy conocido son las mariposas: sus alas son perfectamente simétricas y hermosas de ver. Dicho equilibrio se puede lograr con líneas y el peso de los objetos, los cuales deben estar compensados.
El peso de los objetos se deriva de su importancia, tratando de equilibrar los que tienen más peso con los que no lo tienen tanto y viceversa.
Finalmente, una composición simétrica es la que se obtiene cuando al partir el diseño por la mitad, este consta de partes igualmente equilibradas: no se encuentran elementos con mayor peso en ninguno de los lados.
En algunas ocasiones, pueden existir asimetrías intencionadas, dependiendo del mensaje a enviar y concepto a utilizar.
El efecto del contraste en las personas es de atracción o excitación para el público que esté observando dicho diseño. Aquí se juega con diferentes intensidades, colores, texturas y tamaños.
El contraste será mayor en cuanto más alejados se encuentren en el círculo cromático, es decir, los colores opuestos contrastan más y dan mayor realce visual.
Finalmente, el contraste es un recurso muy utilizado para llamar la atención del espectador.
Puede ir de claros a oscuros en un instante o pasar por variedad de colores que crean distintas sensaciones en quienes los vean.
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La tipografía es uno de los elementos más importantes y usados dentro del diseño porque es una de las formas más directas de comunicar de forma visual.
Todos los elementos de un tipografía pueden descomponerse en lo que se llama anatomía tipográfica, y esto es justamente lo que dota a cada tipografía de un estilo y aspectos únicos.
Finalmente, el color también es importante para el diseño y la composición visual.
El ojo humano puede identificar y distinguir más de mil colores, que realmente se perciben con base en la cantidad de luz que se refleja sobre un objeto. Por esto, la luz juega un papel clave al hablar de colores.
Este elemento permite generar mayor armonía en los diseños y hasta alterar la forma en que percibimos el tamaño y la distribución de los objetos, además de que cada color puede transmitir un significado diferente, lo que se conoce como psicología del color.
En marketing y publicidad, los diseños deben ser más intencionados; se deben utilizar los recursos exactos con los que se pueda crear el efecto buscado: vender.
Si lo que deseas es que tu marketing logre los efectos que deseas, debes recurrir a una agencia especializada, que logre alinear los mensajes con el diseño y crear un equilibrio visual, justo como tus clientes lo quieren ver.
Aun cuando la teoría en diseño y su composición visual es muy importante, la práctica lo es más y, sobre todo, la experiencia en distintos sectores y sobre diferentes públicos.
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