La creatividad es uno de esos conceptos que todo creen conocer y tener una idea intrínseca al respecto, pero ¿realmente qué sabemos sobre ella?
Si pensamos en creatividad siempre es fácil enlistar una serie de personajes que nos remiten al concepto; por ejemplo, Rufino Tamayo, Steve Jobs, Akira Toriyama, Einstein y la lista sigue y sigue. Sin embargo, no es tan sencillo definir el concepto de creatividad.
¿Por qué?
Porque, entre más investigamos del tema, en nuestra redacción nos dimos cuenta de una particularidad: el nivel de especialización de un concepto como creatividad es tremendamente amplio.
Así que, si queremos entender este concepto a profundidad, es importante comenzar con su definición.
De acuerdo con la RAE: De creativo e -idad.
1. f. Facultad de crear.
2. f. Capacidad de creación.
Si bien esta definición es correcta, en realidad no despeja muchas dudas respecto al concepto que tratamos de deshebrar.
Te propongo que, al menos para este artículo, utilices la siguiente definición:
La creatividad es la habilidad de trascender las formas de pensamiento tradicionales para desarrollar nuevas y originales ideas, métodos u objetos.
A mi parecer, este es un mejor punto de partida que la definición de diccionario que, si bien es correcta, no permite analizar la verdadera potencia de la palabra en cuestión.
Ahora vayamos un poco más a fondo y desglosemos el concepto.
Habilidad: Correr los 100 metros planos como Usain Bolt, hacer cálculos matemáticos como los chicos mexicanos campeones de la Olimpiada de matemáticas o recitar un soneto de Shakespeare frente a público, también son habilidades geniales.
Como cualquier habilidad, hay quienes poseen una mayor afinidad para su desarrollo y quienes deben trabajar horas extra para conseguirla. Aquí es donde nace una gran noticia: todos somos sujetos con posibilidad de desarrollar pensamientos, procesos e ideas creativas.
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Trasciende la forma tradicional: Trascender significa “ir más allá de…”. Es decir, la creatividad es una forma de reconocer nuestras limitaciones, pero también es el camino para mejorar cada una de ellas.
Desarrolla nuevas y originales ideas, métodos u objetos: ¡Lo adivinaste! La palabra clave aquí es “desarrollo”. La creatividad va más allá de solo imaginar cosas; se trata de desarrollar.
Es decir, si tienes una idea, proceso, producto, etc., en mente, la idea es probar su utilidad o funcionalidad dentro de un contexto determinado.
Ahora que ya hemos analizado y explicado qué significa creatividad, es momento de dar un paso adelante y entender (realmente) cuáles son las implicaciones de un concepto tan importante.
Según Torrance (1974), la creatividad se puede medir a través de algunas técnicas, sobre todo, dentro del ambiente escolar.
Algunos indicadores clave para ello son:
La flexibilidad permite observar un mismo problema desde diferentes perspectivas y buscar diferentes caminos para resolverlo.
Gracias a la flexibilidad, es posible identificar y reconocer las conexiones entre diferentes fenómenos, establecer patrones y encontrar puntos en común.
Esta capacidad te permite no solo generar nuevas ideas, sino profundizar en ellas y desarrollarlas lo más posible.
Un nivel alto de desarrollo en desarrollo y entendimiento es lo que distingue a los diseñadores e inventores.
La fluidez es lo que permite crear varias ideas a una velocidad muy rápida.
Cuando el nivel de fluidez es muy alto, una persona puede pensar hasta en 10 o 20 formas de usar un objeto simple en un minuto sin mayor problema.
La originalidad te permite generar ideas poco convencionales, que casi nadie más ha pensado antes, al menos, no al cien por ciento.
Esta capacidad consiste en poder resolver problemas inusuales con mucho éxito y sin demasiada pérdida de tiempo.
La resistencia al cierre consiste en captar y absorber nueva información de manera constante sin limitarse a un ángulo o una perspectiva de entendimiento.
Esto permite ampliar la visión y los horizontes, acumular datos o información y ser capaz de encontrar soluciones originales.
Vamos por partes.
Los seres humanos nacemos con la capacidad de ser creativos. Sin embargo, muchos procesos de nuestro crecimiento y desarrollo nos hacen reforzar o perder esa capacidad.
Piensa en lo siguiente: cuando somos niños siempre escuchamos comentarios como “puedes ser todo lo que te imagines” o “puedes lograr todo lo que te propongas”.
A medida que envejecemos, es más común encontrarnos con expresiones como “sé realista”, “ve al grano” o “paga tus impuestos (nada más real que eso)”.
Esto demuestra, al igual que un estudio publicado de George Land’s Creativity Test, que nacemos con grandes capacidades creativas, mismas que, desafortunadamente, perdemos con el paso de la edad.
El estudio de George Land’s tomó una muestra de mil 600 niños de hasta 5 años de edad, para conocer y examinar qué tan creativos pueden ser. El estudio arrojó que el 98% de ellos fue considerado como genio creativo, con pensamientos y procesos similares a los de Pablo Picasso, Mozart o Einstein.
Posteriormente, se analizó a niños de 10 años edad. Al hacerlo, el marcador descendió de 98% a tan solo 30%. El mismo estudio se realizó en adolescentes con 15 años de edad, donde el porcentaje se ubicó en 12%.
Así, la misma prueba fue aplicada en 280 mil adultos, donde se demostró que tan solo el 2% logró la categoría de genio creativo.
No quiero decir que no puedas ser un genio creativo, pero como ves, no es tan sencillo como parece.
La buena noticia es que, si te consideras una persona con poca creatividad, siempre hay formas de reenseñarte para tener una nueva perspectiva que te permita imprimir creatividad a tus procesos e ideas.
Todo parte de tu capacidad de práctica y de innovación (más delante hablaremos un poco más a fondo del tema).
Bien, ahora ya sabes que la creatividad es una habilidad que permite a las personas desarrollar nuevas ideas.
Sin embargo, aún se siente un tanto intangible y vaga esta definición. Es casi como decir que nadar es la habilidad de no morir ahogado al tirarse a una piscina.
Analicemos un poco más a fondo...
Todas las habilidades nacen y se originan en nuestro cerebro (en nuestro pensamiento). No importa si se trata de una habilidad física (Ej. deportes) o mental (Ej. resolver ecuaciones matemáticas). Todo se trata de las conexiones y sinapsis de nuestro cerebro y la repetición como instrumento de enseñanza y mejora de una habilidad.
Esto quiere decir que, con la suficiente práctica, podemos imprimir creatividad a todos nuestros procesos. Me explico: ¿cuál es la mayor diferencia entre Ronaldinho y otros jugadores? Exacto, la creatividad de su juego. Pero, ¿de dónde viene? De su capacidad de repetir ejercicios con el balón y, tras esta repetición, comenzar a imprimirle creatividad, pues el proceso ya se domina.
¿Ves hacia dónde voy? Aunque la creatividad es una habilidad, el peso de su desarrollo recae en la repetición y capacidad del individuo de conectar una tarea con la imaginación.
Por eso, vale la pena hacer una pausa y preguntarnos: ¿Entonces puede ser realmente creativo?
Bueno, ya lo establecimos, todos pueden ser creativos. No quiere decir que tras leer este artículo te convertirás en un genio como Salvador Dalí. Todos podemos ser creativos, pero el trabajo y la práctica es lo que te ayudará a imprimir un toque creativo a cualquier tarea que realices.
¿Te has preguntado por qué creemos que existen personas más o menos creativas? Te cuento que, gracias a la Revolución Industrial, el aspecto creativo fue dejado de lado por el orden y el progreso.
Un estudio realizado por CreativeLive, donde se analizó a personas de entre 18 y 35 años de edad, demostró que los millennials están dispuestos a probar una amplia variedad de tareas creativas como: construcción de apps móviles o clases de tejido.
Es cierto que la gente creativa posee ciertos talentos o habilidades que han desarrollado a lo largo de su vida. Esto quiere decir que siempre están generando preguntas, buscando nuevas soluciones creativas a un problema o exhibiendo un proceso creativo.
Para estas personas la emoción y la sensibilidad, generalmente, son vistas como parte de un inconformidad y no tiene miedo de parecer diferentes o salir de un contexto predeterminado.
Así, como dijo Albert Einstein: “La lógica te llevará del punto A al B. La imaginación te llevará a todas partes”.
Espero no sonar demasiado pretencioso cuando digo que todos buscamos desarrollar nuevas habilidades o, al menos, desarrollar nuestras habilidades. Usain Bolt quería ser un mejor corredor; Paola Longoria, la mejor raquetbolista; y Saturnino Herrán, un gran pintor.
Todos tenemos habilidades que queremos mejorar, pero seguramente tenemos un número de horas limitadas al día. Entonces, ¿por qué es importante invertir tiempo en desarrollar una habilidad como la creatividad?
Bueno, si lo que quieres es sumar habilidades a tu carrera, lo más probable es que quieras hacer esta inversión de tiempo.
No importa si hablamos de individuos o compañías, desarrollar una habilidad como la creatividad es fundamental para establecer mayores cualidades.
De acuerdo con una encuesta publicada por Adobe, las personas identificadas como “creativas” tienen un ingreso 17% más alto que quienes no entran en dicha categoría.
Un estudio similar, elaborado por IBM, en el cual se entrevistó a mil 500 CEOs, demostró que la creatividad es un factor clave para el éxito de un negocio.
Sí, sí; los datos utilizados en ambos estudios están basados en opiniones o actividades propias de los entrevistados. No obstante, esto no le resta valor, pues básicamente tu jefe y el jefe de tu jefe piensan que la creatividad es importante para cualquier compañía.
Esto toma mayor relevancia cuando definimos a una persona creativa como “alguien que puede crear nuevas ideas y darles vida”. En la actualidad, esto es exactamente el mejor combustible para un negocio.
De acuerdo con Ramón Longoria, existen diferentes tipos de creatividad, entre los que destacan los siguientes:
Está relacionada con los colores y las formas, por eso se suele motivar o manifestar mucho en el área de arquitectura, pintura, artes plásticas y otras actividades como coreografía, cinematografía, etc.
Este tipo de creatividad tiene que ver con la generación de conocimiento o la interpretación que se hace del mundo.
Las personas que la desarrollan tienen una habilidad extra para transformar las imágenes en símbolos.
Esta creatividad tiene lugar en los sentimientos, los afectos y las actitudes de las personas.
En este caso, predominan los sueños, los valores, lo imaginativo y lo espiritual.
Se constituye por el ingenio y el gusto o la pasión por la investigación.
Las personas creativas científicamente suelen aprovechar los nuevos conocimientos y sus habilidades de pensamiento para la solución de problemas.
Esta creatividad tiene su aplicación dentro de las relaciones humanas.
El objetivo principal es lograr una convivencia sana y feliz entre las personas de su alrededor en pro del bienestar y particular, así como el común.
Ahora, si después de saber todo esto, quieres establecer un ambiente más creativo en tu compañía, te comparto estas: 6 técnicas para fomentar la creatividad en tu equipo de trabajo.
Banco de ideas: Si eres de los que piensan que los términos “banco de palabras” es sinónimo de “asociación de palabras”, bueno, estás en lo correcto.
La única diferencia es que dentro de una sesión de “banco de preguntas”, el nivel de especialización de las palabras es más sofisticado.
Mientras que en un ejercicio de asociación de palabras generalmente nos enfocamos en crear pares de palabras, en un banco de palabras la idea es establecer grandes grupos de términos que ayuden a describir los temas que has elegido.
Crear bancos de palabras en una compañía es una excelente forma de desmantelar un proyecto en secciones manejables.
Una vez que hayas completado tu banco de palabras, podrás crear conexiones retroactivas a través de la relación de diferentes términos que permitan explorar nuevas ideas o darle un giro a las viejas, sin perder características importantes.
La resolución de problemas creativos parte de la didáctica, esto quiere decir que en el mundo existen muchas herramientas para resolver problemáticas a través de ejercicios creativos.
Uno de estos ejercicios se llama 6 sombreros. Este juego, inventado por el psicólogo Edward de Bono en 1985, es una excelente forma de encontrar aproximaciones creativas hacia la resolución de problemas.
El método de los 6 sombreros consiste en desarmar las ideas en seis áreas (sombreros):
Ahora te explico de qué va el juego.
Al aproximarnos a un nuevo problema o proyecto, cada uno de los miembros elegidos en el equipo debe ponerse uno de estos sombreros para entrar a la discusión.
Cada sombrero representa un set de oportunidades, reglas y prioridades únicas que ayudan a regular su perspectiva sobre el tópico elegido. Esto quiere decir que tendremos varias (6) aproximaciones distintas hacia un mismo problema.
Por ejemplo, si tu posición es el sombrero de negro (negativo), tu trabajo será considerar las limitantes y los retos que el proyecto enfrenta. No quiere decir que serás un lastre para los demás; al contrario, eres quien debe aterrizar el proceso creativo hacia la funcionalidad para la compañía.
Puede que al principio sea un posición incómoda, ya que podría parecer que en lugar de invitar al pensamiento creativo lo limita, pero nada más equivocado, ya que esta posición es fundamental para aprender a explorar a fondo el proyecto o idea sin transgredir su aplicación fáctica para tu compañía.
Yo deseo...
Esta técnica creativa es la mejor forma para dejar fluir la imaginación y la creatividad en tu equipo de trabajo. La idea es pedir a los participantes imaginar una solución imposible, poco probable, impráctica, la más difícil de lograr.
Con la participación del grupo que hayas seleccionado enlista hasta 12 soluciones improbables.
Ahora es momento de discutir cada una de las ideas; obviamente, no te voy a pedir que resuelvas el problema. El verdadero trabajo consiste en apuntar hacia conceptos e ideas más realistas y posibles.
Para lograrlo analiza: ¿por qué es tan imposible lograrlo? ¿Qué características te pueden dar un nuevo acercamiento a la solución? ¿Cómo puedes evitar los terrenos difíciles?
Al resolver y analizar cada uno de los puntos, te sorprenderán los resultados y las ideas que obtendrás en esta sesión.
No te voy a decir aquí que el trabajo colaborativo es fundamental y pieza clave de cualquier proyecto creativo. Eso se da por entendido de inmediato. Sin embargo, ¿qué pasa cuando en tus reuniones de trabajo cada vez hay más y más personas en la sala de juntas?
La solución se encuentra frente a tus ojos. En serio. Estoy hablando literalmente. Tus PC, Mac, o teléfono móvil son tu solución.
Brain netting o red de cerebros es el acto de conectar con empleados o colaboradores por medios electrónicos, para asegurarte de que todos tengan la oportunidad de ofrecer su retroalimentación en un proyecto en específico.
El brain netting no es una llamada en grupo, no te confundas. La idea es utilizar plataformas digitales como Slack o Workplace, ya que son la forma perfecta de crear grupos colaborativos en un ambiente laboral.
Te explico: estas plataformas poseen capacidades para combinar las cualidades de múltiples conceptos e ideas mediante tareas o asignación de votos en sus salas de chat.
No es nada nuevo, cada uno de nosotros genera una serie de supuestos a lo largo de la vida. ¿Es posible que exista vida en el espacio? ¿Qué tanto puedes aguantar la respiración bajo el agua (no lo intentes en casa)? Vamos, ¿qué es posible y qué no?
Aprovechar esto en tu lugar de trabajo es pan comido. El punto del ejercicio es preguntarte:
Este ejercicio es una gran forma de retarte a ti o a tu equipo a poner todas las cartas sobre la mesa. Y ¿por qué no? Descubrir nuevos acercamientos al tema que tratas.
Enlista cada una de las suposiciones que encuentres y que puedas pensar al respecto.
Ojo: no importa si estas suposiciones son ciertas o no; al final de cuentas, el beneficio nace de cuestionar dichas asociaciones, así que no descartes alguna por más loca que parezca.
Puedes repetir este ejercicio durante diferentes etapas de tu proyecto (planeación, ejecución, feedback) para refrescar el panorama y establecer nuevas ideas.
Antes de que llames a todo el equipo de diseño, te adelanto que no es necesario ser artista o diseñador para llevar a cabo a esta actividad. La idea es fomentar un pensamiento visual para sumar ideas a la discusión y desarrollar nuevos puntos de vista.
Recuerda que los dibujos en grupo involucran una variedad de participantes que ayuden a todos a construir la mejor idea. Pueden dividir grupos en los que cada uno cuente con un especialista por área.
Cada miembro del equipo puede imaginar y dibujar algo relacionado con el tema central del proyecto. Después, el papel sobre el que dibujaron será compartido con otro miembro del equipo que tendrá que dibujar un complemento a la idea desarrollada en primer lugar.
Repite esta operación con todos los miembros que conformen el equipo. La imágenes finales serán revisadas y discutidas por el grupo de trabajo completo.
Una genial idea que puedes utilizar para diseñar un proceso o estrategia es un guion gráfico o storyboard. Esta herramienta es increíble para resolver colectivamente problemas y brindar soluciones creativas cuando más se necesita.
La idea de desarrollar una historia visual, para explorar el problema, permitirá a tu equipo interactuar con nuevas ideas y conectar con nuevas soluciones.
Antes de comenzar a dibujar, escribe las ideas generales que todos aportaron para el proyecto. No es necesario que sean puntos superdesarrollados, con los elementos básicos de la idea es suficiente.
Una vez que tengas tu lista completa, comienza dividiendo en cuadros el progreso del proyecto.
Aquí es donde comenzarás a dibujar las diferentes etapas que componen el proyecto.
Puedes partir desde su concepción, hasta su finalización. O, si lo prefieres, enfocarte en un aspecto específico del tema.
Muy bien. Ahora que sabes que la creatividad se puede desarrollar y aprovechar con algunos ejercicios y disposición, ¿qué esperas para potenciarla individual y laboralmente?
Es momento de poner en práctica tu creatividad.
Cuéntame en los comentarios tus opiniones o ideas que podamos aplicar.