A la hora de crear un sitio web, una de las decisiones más difíciles es la elección del dominio web. La realidad es que, a pesar de las múltiples opciones que hay en el mercado, seleccionar un dominio web que cumpla con los requisitos necesarios no es tarea fácil.
El dominio web es aquel nombre único e irrepetible que se selecciona para un website. Es algo así como la dirección digital del sitio.
Y, al igual que las direcciones físicas, no pueden existir dos iguales, dado que esto traería múltiples confusiones.
El dominio está compuesto por dos elementos: el nombre y la extensión.
El nombre de dominio es la denominación que se encuentra en la url, luego de “www.”.
Este elemento puede ser cualquier palabra o construcción de palabras.
La extensión de dominio, por el contrario, es más limitada. Se encuentra al final de la URL (luego del nombre de dominio) y son las que ayudan a precisar el rubro o región del sitio web.
Las extensiones se clasifican según rubros (por ejemplo “.com”; “.tech”; “.sports”) y por región (como “.mx”; “.es”; “.arg”).
Como mencionamos, el dominio web es la conjunción de ambos elementos.
Esto quiere decir que puede haber dominios que contengan el mismo nombre, pero con distinta extensión.
Cuando llega el momento de elegir el dominio web, además de tener en cuenta la elección de la extensión de dominio, debes focalizar en un nombre que vaya de acuerdo con tu empresa, negocio o marca.
Es decir, antes de seleccionarlo, debes focalizar en la identidad de marca para poder determinar un dominio que sea representativo, dado que es un elemento que tiene mucho protagonismo en un sitio web.
A la vez, el nombre de dominio que elijas, debe ser fácil de escribir y pronunciar. Esto hará que sea mucho más sencillo de recordar para los usuarios que deseen navegar y recomendar tu website.
Después de todas estas consideraciones, estás listo para encontrar un dominio que vaya con tu sitio.
Pero, si a la hora de buscarlo en algunos proveedores de compra y venta de dominios, te encuentras con que está registrado, debes pensar en cómo obtenerlo o buscar alternativas.
La pregunta es ¿se puede comprar un dominio que ya está registrado? ¿cómo hacerlo? La realidad es que, a pesar de no ser sencillo, puedes comprar un dominio registrado.
Existen alternativas que puedes seguir para evitar complicaciones.
A continuación, te presentamos tres caminos que puedes tomar si el dominio que deseas está registrado.
Como ya mencionamos, lo más complicado de todo este proceso es la elección del nombre de dominio. En cuanto a la extensión, no suele ocasionar grandes dilemas, dado que la más elegida es “.com”.
Al encontrar, en un proveedor o plataforma de compra y venta, que el dominio que deseas ya está registrado, la mejor opción es buscar en plataformas similares el mismo nombre de dominio, pero con diferente extensión.
Otra cuestión a considerar es que no todos los vendedores de dominios se encuentran en todas las plataformas de compra y venta. Por lo que, al buscar en diferentes sitios, puedes encontrarte con una grata sorpresa.
Sí el dominio que deseas está registrado pero no en uso, tienes muchas chances de que aquel que lo haya adquirido quiera venderlo. De hecho, existe la posibilidad de que el propietario sea un inversor que se sumó al negocio de los dominios en internet.
En este caso, una buena opción es contactar directamente a la persona y negociar la compra del dominio. En este punto, es necesario que tomes precauciones para evitar ser estafado.
Por lo general, lo más recomendado a la hora de elegir un dominio web es tener más de una opción. Este consejo es para que no te veas en un aprieto si te encuentras con que el dominio que seleccionaste está registrado y en uso.
Sin embargo, también puedes ir encontrando opciones sobre la marcha que quizás no se te ocurrieron con anterioridad. En este punto, es necesario mencionar las herramientas de inteligencia artificial que poseen algunos proveedores de dominios. Las mismas buscan dominios que vayan con tu sitio web y que estén disponibles y listos para ser adquiridos.
Estos pueden basarse en modificaciones en algunas letras, en el orden de las palabras o, como mencionamos antes, el cambio de la extensión elegida.
Como puedes notar, a la hora de encontrarte con un dominio que ya está registrado, tienes la posibilidad de adquirirlo si el propietario está dispuesto a venderlo.
Sin embargo, para evitar riesgos y dolores de cabeza, la mejor opción es buscar una alternativa que sea igual de funcional, con tu identidad de marca, que la primera elección.
Lo importante es que, a pesar de encontrarse con una piedra en el camino, puedas seguir avanzando en el objetivo de tener tu propio sitio web.